Los e-cigarettes fomentan uso de cigarrillos tradicionales
Los e-cigarettes o cigarrillos electrónicos, que funcionan con baterías, y administran nicotina a través del vapor, en lugar del humo, son muy controversiales porque su efecto sobre la salud pública sigue siendo objeto de debate. Algunos dicen que podrían ayudar a los adultos a desprenderse de los cigarrillos de tabaco, y otros creen que más bien podrían introducir a los niños y adolescentes en el hábito de fumar, según un estudio reciente.
En efecto, los adolescentes y los adultos jóvenes que usan cigarrillos electrónicos (lo que también se llama "vapear") son casi 4 veces más propensos que sus contrapartes que no vapean a empezar a fumar cigarrillos tradicionales.
"El uso de cigarrillos electrónicos aumenta el riesgo de fumar cigarrillos ", dijo el autor principal del estudio, Samir Soneji.
"Este aumento del riesgo podría contrarrestar todos los esfuerzos exitosos para el control del tabaco que han producido una reducción continua del tabaquismo desde 1998", dijo.
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Soneji es profesor asistente en el Instituto de Políticas de la Salud y la Práctica Clínica de la Universidad de Dartmouth en Lebanon, New Hampshire.
Por otra parte, Michael Siegel, profesor de ciencias de la salud comunitaria en la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Boston, no está convencido de que los cigarrillos electrónicos sean los culpables de que los jóvenes empiecen a fumar cigarrillos de tabaco.
"Se trata de jóvenes que probablemente habrían fumado de todas maneras. No hay evidencias de que experimentar con los cigarrillos electrónicos esté contribuyendo a un aumento del riesgo de fumar", dijo Siegel, que no participó en la investigación.
Sin embargo, el Centro para el Control y Prevención de las Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), un organismo federal estadounidense, insiste, de acuerdo con un estudio, que el llamado e-cigarette sí tiene aceptación entre una población particularmente vulnerable: la de los jóvenes.
La cifra de estudiantes que probaron los cigarrillos electrónicos entre 2011 y 2012 según el estudio es 1,8 millones, una estadística que ha sido recibida con preocupación por las autoridades. En términos relativos, el porcentaje de jóvenes entre 11 y 18 años que actualmente los consume pasó de 1,1% a 2,1%.
La encuesta también mostró que unos 160.000 estudiantes que no habían fumado nunca antes comenzaron a usar e-cigarettes.
Quienes promueven su consumo afirman que son una alternativa saludable para los fumadores, pero sus detractores señalan que sus efectos no están claros e incluso que un cigarrillo electrónico podría conducir a fumar uno real. En concreto, el estudio habla de efectos sobre el desarrollo del cerebro en los jóvenes.
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De hecho, los jóvenes que se han aventurado a probarlos dicen que les atrae la variedad de sabores en que se ofrece: fruta, menta o chocolate.
Lo que no saben es que más allá de la experiencia placentera, hay un impacto sobre la salud.
Además de la nicotina, algunos cartuchos de cigarrillos electrónicos incluyen componentes potencialmente nocivos, incluidos irritantes, genotoxinas y carcinógenos animales.
El estudio del Centro para el Control y Prevención de enfermedades refiere que el cigarrillo ocasiona respuestas neuroquímicas específicas en adolescentes, las cuales pueden alterar sus estados de ánimo en forma puntual y a largo plazo, afectar las habilidades cognitivas y elevar el riesgo de desarrollar adicciones a otras sustancias.