Cirrosis: causas y prevención
La cirrosis es una enfermedad que se origina cuando van muriendo las células del hígado y son sustituidas por nódulos o cicatrices. Esta es una dolencia que representa un gran peligro debido a que en sus primeras etapas puede pasar inadvertida, es silenciosa y no se manifiestan síntomas por años, pero cuando éstos comienzan a aparecer la situación puede ser grave, ocurre una insuficiencia hepática que en muchos casos es mortal.
El hígado tiene la capacidad de auto repararse y cada vez que ocurre una lesión, su reparación forma cicatrices parecidas a las heridas en la piel, con un tejido fibroso. Estas cicatrices van a cubrir pequeños sectores del hígado formando nódulos, que quedan aislados del tejido hepático normal que es el que continúa funcionando. Nuevas lesiones formarán más nódulos, inactivando cada vez mayores porciones del hígado. Ése es un problema que tienen las personas que ingieren bebidas alcohólicas en exceso, ya que esos excesos pueden causar nuevas lesiones y las funciones del hígado se van limitando hasta producir una cirrosis.
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Algunas de las causas de la cirrosis son: exceso en el consumo de alcohol, sufrir de hepatitis crónicas de origen viral y la acumulación de grasa en el hígado o esteatosis que se relaciona con condiciones de obesidad. Cuando la cirrosis es diagnosticada a tiempo y se identifican con exactitud sus causas, es posible que evitando esas causas y con un tratamiento adecuado se pueda evitar que continúen avanzando las lesiones que pudieran llegar hasta una fase terminal, y hasta es posible revertir algunas lesiones.
Entre las medidas para prevenir esta grave enfermedad se señalan las siguientes: evitar las bebidas alcohólicas o consumirlas con moderación, detección de enfermedades hereditarias, vacunación contra hepatitis B y evitar contagio con hepatitis C, evitar condiciones de obesidad y otras.