FONIO, la esperanza africana
Fonio es de Senegal, pero no es un futbolista. Es un cereal africano, poco conocido en el resto del mundo y caracterizado por ausencia de gluten y con cuatro veces más proteína, tres veces más fibra y dos veces más hierro que el arroz integral, además, tiene un índice glicémico bajo.
Ésta es una especie muy rústica, que cumple su ciclo hasta la formación del grano requiriendo muy poca agua, se puede cosechar tres veces al año debido a su corto ciclo de vida y sus extensas raíces le permiten explorar mucho suelo y ser un freno para la erosión.
El fonio se cultiva actualmente en todo el Senegal rural y en regiones empobrecidas del Sahel, en una franja que va desde el Océano Atlántico hasta el Mar Rojo. Los cambios climáticos en muchos sectores africanos motivan las migraciones, debido en gran medida a la falta de alimentos, y allí el fonio pudiera ser la diferencia entre la alimentación y la hambruna regional.
Anuncio
Hoy dos tipos de fonio, el blanco (Digitaria exilis) y el fonio negro (Digitaria iburna), ambos con un ciclo de vida tan corto como 6 a 8 semanas, con potencial para mejorar la nutrición de las personas en estas regiones con tantos problemas de alimentación, para mejorar la seguridad alimentaria, para soportar el desarrollo rural y para apoyar un uso sustentable de la tierra. Se puede producir en regiones semiáridas con suelos pobres y su grano se puede consumir como couscous, en forma de pan y en la industria cervecera.
Por todas esas características, el fonio es una esperanza africana.