¿Sabes cuál es el santo de los panaderos?

Por Tomás Ramírez

San Cayetano es un santo muy popular en Hispanoamérica. Su vida ejemplar es venerada especialmente en Argentina y en Madrid, donde incluso tiene una fiesta en su honor en el castísimo barrio de El Rastro.

En Argentina, fieles van a venerarlo en el templo en honor de San Cayetano del barrio porteño de Liniers (Buenos Aires).

Gaetano di Thiene nació en 1480 en Vicenza, cerca de Venecia, Italia. Su padre, militar, murió defendiendo la ciudad contra un ejército enemigo, así que de niño quedó huérfano, al cuidado de su madre.

Santuario de San Cayetano

Su origen acomodado le permitió estudiar en la Universidad de Padua, donde se doctoró en teología y en derecho civil y canónico.

A los 36 años fue ordenado sacerdote, tras haber cumplido funciones de secretario del papa Julio II. Meses más tarde, renunció al estatus social con el que había nacido. Se desprendió de todos sus bienes y los repartió entre los pobres.

“Veo a mi Cristo pobre, ¿y yo me atreveré a seguir viviendo como rico? Veo a mi Cristo humillado y despreciado, ¿y seguiré deseando que me rindan honores? Oh, que ganas siento de llorar al ver que las gentes no sienten deseos de imitar al Redentor Crucificado”, dejó documentado el santo en una carta.

Fundó en Roma la “Cofradía del Amor Divino”, asociación de clérigos que promovía la gloria de Dios. Luego ingresó en el Oratorio de San Jerónimo que seguía la misma línea de la obra que había fundado, pero que incluía además a laicos pobres.

De hecho, muchos de sus amigos lo rechazaron porque se dedicó a atender a enfermos pobres, lo que no lo sacó de su verdadero camino.

También fundó la Orden de Clérigos Regulares Teatinos que buscaba la renovación del clero, la predicación de la doctrina, el cuidado de los enfermos y la restauración del uso frecuente de los sacramentos, precisamente en paralelo a la Reforma que llevaba adelante Martín Lutero.

Tras una vida santa, Cayetano fue beatificado el 8 de octubre de 1629 por el papa Urbano VIII y canonizado el 12 de abril de 1671 por el papa Clemente X. Desde entonces, la Iglesia Católica lo reconoce como San Cayetano, el santo de la Providencia, Patrono del pan y del trabajo.

Argentinos honraron al santo por años, a través de una cadena gastronómica en la que se pasaba, de hogar en hogar, un pedacito de masa madre acompañada de la siguiente receta.

“Al resto de la masa agregarle 2 tazas de harina, 1 de azúcar, 3 huevos, ralladura de limón, algunas nueces, pasas y « taza de aceite. Dejar reposar 10 minutos y cocinar en el horno. Pedir una gracia, rezar la oración a San Cayetano, un Padrenuestro, un Ave María y un Gloria. Comer en familia y/o convidar a un amigo”.