Más vale pájaro en mano que cien volando
Entre tantas expresiones populares que utilizamos en la lengua española, más vale pájaro en mano que cien volando es una de las más conservadoras. Se utiliza principalmente cuando una persona disfruta de algún bien, por muy pequeño e insignificante que sea, pero que es de su propiedad y por lo tanto, lo tiene seguro. Hay muchas cosas tan buenas o mejores que las que esa persona posee pero no le pertenecen y, tratar de obtenerlas, puede significar un gran riesgo.
Esta expresión, por su significado, es opuesta a la que dice: el que no arriesga no gana, o el que no juega ni gana ni pierde, o el que no llora no mama. Claramente, estas expresiones incitan a correr riesgos. Por ejemplo, una persona tiene un carro viejo, que funciona mal, y sabe de una rifa de un carro nuevo, pero no es capaz de arriesgar una modesta cantidad de dinero en adquirir un boleto para la rifa aún cuando le encantaría ganarse el carro. Si no compra el boleto es imposible ganar la rifa, porque el que no arriesga no gana.
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Las madres cuando están amamantando a un bebé, al escucharlo llorar presumen que tiene hambre y corren a darle de comer. Si el niño no llora no come. Esto se puede asociar con la persona que tiene problema con el servicio de recolección de basura, que solo lo realizan una vez por semana en lugar de dos o tres veces, lo cual es insuficiente. Si no reclama ante los organismos correspondientes, el servicio seguirá siendo malo, pero a la vez piensa que a lo mejor al reclamar el servicio puede empeorar y se conforma diciendo: “más vale pájaro en mano que cien volando”. En realidad, es una expresión muy conservadora.