Toda América tiene una tradición musical que une Andes con Caribe en una sinfonía llena de ritmos emocionantes que atrapan al más despistado como al más fiestero y logran unirlos a través del oído y el baile, no en vano la mayoría coincide en el poder integrador y universal que tiene este arte.

Para que el milagro suceda son necesarios los instrumentos y en Latinoamérica la riqueza y diversidad sobra, pues desde el periodo prehispánico nuestros antepasados se valían de frutas y maderas para hacer objetos capaces de producir canciones, para alegrar a la tierra, atraer a la lluvia y alimentar los cultivos.

Hacemos un repaso por esos instrumentos necesarios y tradicionales de nuestra música:

Quena

Es nuestra flauta andina y se elabora con variedades de bambú, arcilla, hueso, madera o metal; según la necesidad del intérprete. Sus sonidos están presentes en cualquier melodía nacida entre montañas y su timbre es tan particular que no es difícil reconocerlo.

Tiene sus orígenes en la cultura quechua y aymara, por lo que su creación se la debemos a los grupos indígenas de Bolivia y Perú.

Charango

Para su construcción se necesita el caparazón de un armadillo o quirquincho que cumple la función de caja de resonancia. Se vale de cinco cuerdas para producir sus melodías y por su forma podría ser primo cercano del cuatro venezolano, pero más alargado.

Es fundamental en la tradición musical suramericana y también tiene su origen en los grupos indígenas de las sierras de Bolivia y Perú.

Bongó

La percusión cubana mucho le aporta a nuestros ritmos caribeños y el bongó forma parte especial de esta tradición sabrosa y pegajosa generada por tambores fabricados en madera o fibra y cubiertos por una capa tensada de cuero que posibilita su ruido tenga alcance a unas cuantas cuadras de distancia.

El cuatro

Es el rey del folk venezolano y se ha fusionado bastante bien con otros ritmos más modernos, llevándole la delantera a sus familiares y complementos: arpa y maracas.

La virtud de este instrumento a cuatro cuerdas es su ligereza y la habilidad que le exige al intérprete, una habilidad que al ser usada con ingenio y creatividad puede darle mucho protagonismo al ejecutor.

Güiro

Fabricado con una calabaza seca y algunos surcos en su superficie, que son raspados con un palo de madera originando ese sonido áspero que acompaña a las salsas más clásicas y a las gaitas venezolanas más tradicionales.

Actualmente, se les puede conseguir en metal, madera y hasta plástico facilitando y masificando su elaboración para la industria musical.

Con todos estos instrumentos Latinoamérica suena bonito e invita siempre a bailarla