El Poder Ejecutivo en Venezuela
En Venezuela, la designación de los miembros del Poder Ejecutivo depende en gran medida de las decisiones del Presidente de la República, quien es electo por el voto popular. De gran importancia es la designación de ministros y miembros del cuerpo diplomático.
Un poco de historia
Durante los años siguientes a la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, cuando se inicia un período democrático en el país, la mayor parte de los diplomáticos fueron funcionarios de carrera, con estudios afines a esta actividad y muchas veces con conocimiento del idioma del país de destino. Por el lado de los ministros, en su mayoría, eran profesionales de carreras universitarias correspondientes a la naturaleza de cada ministerio.
De esa manera, los ministros de Defensa siempre fueron destacados oficiales, Generales que ocuparon los primeros lugares de sus promociones y se alternaban representantes de cada fuerza, una vez el Ejército, otra vez la Armada, el siguiente período la Aviación y luego la Guardia Nacional. El Ministerio de Sanidad y Asistencia Social era dirigido por un médico, muchas veces sanitarista y en general conocedor de la problemática de todo lo que tiene que ver con la salud de la población. El Ministerio de Justicia estaba en manos de un profesional de la abogacía, y así sucesivamente. Quizás la excepción fue el Ministerio de Agricultura y Cría, donde abundaron ministros con profesiones u oficios ajenos al sector.
Cambios durante Socialismo Siglo XXI
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Con la llegada del gobierno socialista del siglo XXI comenzó a cambiar esa tradición, o más bien, se comenzó a perder el respeto por los profesionales, por los especialistas en las diversas áreas. Quizás la primera gran sorpresa fue la designación de un civil como ministro de la defensa, pero lo peor ha sido que con los años, prácticamente en todos los ministerios y dependencias importantes de los mismos han ido colocando militares, para lo cual han ascendido a generales una gran cantidad de militares, muchas veces sin guardar las exigencias requeridas para alcanzar tales rangos. En estos momentos, la avalancha de militares en la administración pública ha sido tan marcada que pareciera que tenemos un gobierno encabezado por uno de ellos.
Por supuesto, los militares no han sido formados para esas actividades, lo que ha desmejorado profundamente la eficiencia del gobierno, contribuyendo a llevar paulatinamente al país a un caos nunca visto, no solo en la región latinoamericana sino en todo el mundo: producción al mínimo, desempleo al máximo, hambruna, salud deteriorada, educación por el suelo, hiperinflación descomunal e increíble que llega a cifras millonarias, y así, crisis en todos los sectores.
En la Venezuela por venir
En la Venezuela por venir se tiene que recuperar el prestigio del Poder Ejecutivo venezolano, la dignidad y disciplina de las Fuerzas Armadas, la eficiencia de los ministerios que sean capaces de delinear políticas serias en la búsqueda de mejor productividad. Para ello, se tendrá que designar a los mejores profesionales o expertos en cada cartera ministerial. El cuerpo diplomático tiene que ponerse en manos de personas con la formación específica, que les permita representar dignamente y eficientemente a la República en todos los países con los cuales mantendremos relaciones diplomáticas. La recuperación económica y social del país, depende en buena medida, de un cambio de sistema político que logre conformar el mejor Poder Ejecutivo posible.