El mundo es un pañuelo
El refranero mundial está lleno de expresiones populares que en pocas palabras pueden expresar grandes cosas, o lo que es lo mismo, grandes cosas como por ejemplo lo que es el mundo, se puede expresar con una sola palabra como pañuelo.
El mundo es un pañuelo significa que el inmenso planeta que habitamos, que alberga miles de millones de personas y de especies vegetales y animales, lleno de océanos y mares, de montañas y lagos, en ocasiones puede ser tan pequeño como un pañuelo. Posiblemente a todos nos ha ocurrido que al conocer a una persona y comenzar a compartir con ella, vamos descubriendo que es amigo o pariente de algunos de nuestros amigos o de nuestros familiares.
En ocasiones llegamos a un lugar alejado del sitio en el cual transcurre nuestra cotidianidad, fuera del contexto de nuestras actividades y de nuestra vivienda, y sorpresivamente nos topamos con una persona que teníamos tiempo sin ver, sin tener noticias, y expresamos: “qué casualidad encontrarnos aquí, es que el mundo realmente es más pequeño de lo que parece”; y la otra persona responde: “es que el mundo es un pañuelo”.
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Muchos de esos encuentros, que podemos considerar fortuitos, representan momentos de alegría y hasta de celebración por el impacto positivo que causan. Pero en otras oportunidades, esos encuentros inesperados por lo pequeño que es el mundo, pueden representar momentos de angustia. Es el caso del delincuente o de la persona que huye por haber cometido alguna falta, o por haber ofendido a alguien, y se dirige hacia un lugar que considera seguro. Piensa que allí sus perseguidores no tienen posibilidad de ubicarlo. Sin embargo, en algún momento alguien reporta su presencia denunciándolo ante las personas que desean capturarlo. En casos como éste, no tiene más opción que decir: “el mundo es un pañuelo”.
En la actualidad, con los adelantos tecnológicos en comunicación, con esos teléfonos inteligentes que tienen cámaras fotográficas fabulosas, con los cuales las informaciones (y los chismes) vuelan, el mundo ha pasado de ser de la magnitud de un pañuelo a ser del tamaño de una hoja de una pequeña libreta de notas.
