¿Siempre cansado? ¡Cuidado con el síndrome TATT!

Por Carla Casanova

Intentamos acostarnos temprano, dormir entre 6 y 8 horas diarias, nos alimentamos bien, seguimos rutinas de ejercicios y mejoramos nuestros hábitos de productividad, pero... Cada vez que suena el despertador por las mañanas, el cansancio nos invade de manera abismal, y peor, nos acompaña el resto del día... Sea cual sea la actividad que estemos haciendo, sentimos cansancio y fatiga... ¿Qué ocurre si estamos haciendo todo para que no sea así? Podemos estar sufriendo del Síndrome TATT: Síndrome tired all the time (Cansado todo el tiempo).

El síndrome TATT es uno de los grandes males del siglo XXI y afecta a hombres y mujeres... A ver, prueba en tus clases o tu trabajo, pregúntale a tus amigos cercanos cómo se sienten, y varios te responderán: "Cansad@, agotad@ no puedo más"...

Cuando algo afecta nuestra salud es normal este tipo de cansancio crónico. Sobrepeso, diabetes, anemia, bajos niveles de hierro, son las causas más comunes, pero volvemos al inicio... Fuimos al médico y estamos "bien", llevamos un estilo de vida saludable, pero el cansancio sigue allí. Todo se debe al ritmo de vida que llevamos, aunque incluyamos hábitos saludables. Así que sufres de TATT es momento que evalúes cómo llevas tu día en cuanto a:

• Horas de jornada laboral.
• Formas de moverte de casa al trabajo y viceversa.
• Dedicación a tareas de hogar.
• Atención a los problemas de otros por encima de los propios.
• Auto exigencia para cumplir varios roles y todo extremadamente bien.
• Multitareas.
• Conexión excesiva a dispositivos electrónicos.
• Malas posturas.
• Dedicación a actividades que te gusten.

Hay otros varios puntos, pero éstos condensan los factores que más nos causan estrés y que por ello contribuyen a nuestro cansancio físico y mental. Es importante entonces que evaluemos cada uno y procuremos mejorar en los que sentimos que, por descuido, hacen de nuestros días un infierno.

¿Qué podemos hacer?

Lo primero es mantener nuestros hábitos saludables de alimentación, sueño y ejercicio. A eso agregaremos:

• Tres respiraciones lentas y profundas al levantarnos. Inhalamos por la nariz y expulsamos el aire por la boca, para ayudar a la oxigenación.
• Cuando suene el despertador, nos levantamos. Nada de cinco minutos más y volver a poner la alarma, porque esto creará alertas innecesarias en nuestro cerebro que fomentan el cansancio.
• Mantén iluminada tu habitación, esto hará que la luz de amanecer contribuya a despertarte naturalmente poco a poco.

• Bebe un vaso de agua al levantarte. Agrégale unas gotas de limón. Esto ayudará a desintoxicar tu organismo y empezar a hidratarte antes de tu jornada.
• Desayuna cuando te provoque, pero no dejes de desayunar. Puede ser al levantarte o a media mañana, pero procura desayunar cuando tu cuerpo lo pida, y preferiblemente come lo que más te apetezca, sana y nutritivamente.
• Que tus primeros pensamientos del día sean positivos. Ya tendrás el resto del día para organizar tus actividades. Procura pensar positivo, llenarte de ánimo y comenzar el día con frases bonitas para ti.

• Que en tu celular las redes sociales no sea lo que revises primero. Lee mejor una frase bonita, o mejor aun, toma un libro y dedica media hora diaria a leer.
• Abraza y deja que te abracen. Los abrazos nos ayudan a nivelar nuestras cargas energéticas, créenos que te sentirás mucho más aliviado cada vez que abraces.
• Mantente en movimiento y no se trata solo de hacer ejercicios. Estírate cuando termines cada una de tus actividades, camina, baila mientras cocinas o te duchas, salta cada vez que llegues a casa, pero muévete.

• Desconéctate de los aparatos electrónicos una hora antes de dormir.
• Delega tareas y responsabilidades.
• Aprende a decir que NO.
• No te sientas culpable.
• Reserva tiempo para ti.

El síndrome de TATT tiene cura y está en nuestras propias manos y estilo de vida. La sobrecarga de información y tareas que cumplimos cada día no tienen que llevarnos a un estado terrible de salud emocional y física, tan solo paremos, evaluemos y tomemos la vida de mejor forma, de la forma que merecemos.