La resiliencia como método educativo
En Singapur trabajan en la formación de niños con actitud positiva, con carácter y con resiliencia, que es la capacidad que tiene una persona para superar circunstancias traumáticas. LimLaiCheng, directora de la Universidad de Gerencia de Singapur, está convencida de que el carácter es tan importante como las calificaciones.
La idea es que los niños y adolescentes, con edades similares a tus hijos, conozcan e internalicen la resiliencia como motor de una actitud positiva. Esto quiere decir que los jóvenes de Singapur están primero siendo formados en el área psicoafectiva, aprenden a conocerse a ellos mismos, reconocer sus errores, aprender de ellos para así luego enfrentarse al conocimiento académico. Primero la formación ciudadana y luego la formación académica.
Los niños en las escuelas aprenden a centrarse en el valor de las familias, el valor de lo puramente humano. Los adolescentes leen y discuten sobre lo que significa ser una persona y lo importante que son las familias y las instituciones como núcleo de toda sociedad.
Las políticas gubernamentales se están alejando de la obsesión poco saludable de padres y alumnos de obtener buenas notas e ingresar en las mejores escuelas, enfocándose en la importancia de los valores. Seguramente has pasado por eso con tus hijos en edad escolar.
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Por lo general, las escuelas están centradas en las credenciales académicas y el ambiente suele ser muy competitivo y dañino.
De allí que en Singapur ensayen otros métodos educativos menos castrantes. Han eliminado exámenes, particularmente en los primeros años de escolarización, y se han concentrado en el desarrollo integral del niño.
Los "diarios de reflexión" y las anotaciones acerca del carácter" se han convertido en recursos educativos en muchas escuelas primarias, permitiéndole a los padres entender el progreso personal y social que realizan los niños. ¿Te imaginas que cada tarde pudieras leer fragmentos de un diario que lleva tu hijo con sus temores, preguntas, y logros?
Bienestar integral
Muchas escuelas también han incorporado al pensum [plan de estudios] el enfoque de bienestar integral promulgado por Martin Seligan, director del Centro de Psicología Positiva de la Universidad de Pensilvania, en Estados Unidos.
Según este modelo, la mejor escolaridad es la que incluye inculcar en los niños valores, enseñarlos a interactuar con otros, plantearse metas y trabajar para lograr alcanzarlas.
En las escuela de Singapur promueven una cultura de solidaridad y confianza. Estimulan el desarrollo de emociones positivas, la resiliencia, el estado de conciencia plena (mindfulness) y un estilo de vida saludable.
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El nuevo currículo, en la educación primaria, contempla la importancia del tiempo que los niños pasen con sus padres y que éstos les inculquen los valores adecuados.
En la secundaria se promueve el programa "valores en acción", que tiene como objetivo promover la empatía, la responsabilidad social y la participación ciudadana en la comunidad.
Por ejemplo, los estudiantes trabajan en proyectos que ayuden a ancianos, a inmigrantes y a niños que se encuentran en instituciones de cuidado diario.
Otras medidas incluyen prestar más atención a estudiantes que tienen dificultades con el tema académico y fortalecer la capacitación técnica y vocacional.
A los medios y a las escuelas con mejor reputación se les ha instado a no "exhibir" sus logros académicos, tampoco a sus alumnos más exitosos.
