Reflujo ácido en bebés
El reflujo ácido o gastroesofágico es un problema muy frecuente en infantes que puede causar que bote buches recurrentemente, dolor abdominal e insomnio. El esfínter esofágico inferior es un músculo que separa el esófago del estómago y se cierra cuando pasa algún alimento, para prevenir que regresen los ácidos estomacales y otros contenidos o regurgitación. En el caso de algunos bebés este esfínter está inmaduro permitiendo que ocurra el reflujo desde el estómago hacia el esófago causando irritación en sus paredes.
El reflujo ácido en bebés generalmente se desarrolla cuando tienen de dos a cuatro semanas de edad, y de seis a nueve meses comienza a disminuir en forma natural ya que los bebés pasan más tiempo erguidos y se aplica la ley de la gravedad, manteniendo los alimentos abajo y evitando la regurgitación.
Para reducir el reflujo ácido en bebés se pueden seguir las siguientes indicaciones:
-Suministrar alimentos más frecuentemente y en menores cantidades, lo que permite una digestión más rápida de la leche y otros alimentos.
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-Mantener al niño erguido después de la alimentación. Siéntelo en su regazo mientras su cabeza reposa en su pecho, durante una media hora después de comer.
-Amamantar ayuda, ya que la leche materna tiene ventajas sobre las fórmulas comerciales porque al contener enzimas específicas se digiere más rápido. Además, por lo general no causa reacciones alérgicas. En caso de usar fórmulas para lactantes se sugiere que sean hipoalergénicas según la recomendación de su médico, ya que estas fórmulas, además, se digieren más rápido que las no hipoalergénicas.
-Algunas veces el bebé está inquieto y no reposa, lo cual se puede notar por dolor abdominal, aliento ácido y buches. En estos casos se recomienda inclinar el plano de la cuna en unos treinta grados para reducir la regurgitación. También, colocarlo a dormir sobre el lado izquierdo donde la entrada al estómago es más alta que la salida, manteniendo el alimento en baja posición.