Nomofobia: Adicción al teléfono celular
¿Eres de los que tiene ansiedad y tristeza cuando dejan el celular en casa o se quedan sin batería o sin cobertura en un lugar determinado? ¿Eres de los que no siente vergüenza de revisar los mensajes cuando alguien te habla de frente?
Tienes un problema. Puedes ser dependiente de un aparato que convertiste en apéndice de tu mano. Sufres de Nomofobia.
Se te quedó el celular en casa y apenas adviertes el olvido no sabes si llorar o reírte a carcajadas porque, en efecto, estar sin el teléfono puede ser un motivo de mucha alegría y también de una gran tragedia porque no funcionas sin ese aparato que convertiste en apéndice de tu mano.
Hay expertos que señalan, aunque pueda parecer exagerado, que han detectado en algunas personas problemas físicos y psicológicos como ansiedad, palpitaciones y sudores cuando olvidan el móvil en casa, no tienen saldo, se quedan sin cobertura o sin batería por tiempo prolongado.
Eso se denomina "Nomofobia", que es el miedo a no tener a la mano el teléfono. La dependencia a la conexión constante es considerada una enfermedad que produce tanto o igual problemas que las drogas.
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Sabemos que el teléfono aporta muchísimas ventajas, por ejemplo llamar a casa cuando vas a llegar tarde, o a tu oficina cuando tienes un accidente o un percance, pero de allí a sentir que dependes de un aparato para vivir es como demasiado.
Otros síntomas de nomofobia:
Pareciera que se te hubieran olvidado las conversaciones cara a cara, que ya no sabes cómo llamar de un teléfono fijo y que, paradójicamente, no logras concentrarte en una reunión con un bolígrafo en la mano, en lugar del celular que revisas obsesivamente cada segundo. En efecto, distintos estudios llevados a cabo por empresas de marketing y aplicaciones han concluido que, en promedio, consultamos nuestro teléfono más de 100 veces al día.
Eso provoca que revises tu teléfono cuando alguien te está hablando, aunque sabes que eso es de muy mala educación. De hecho, en muchas empresas han optado por prohibir los celulares en las reuniones para que estas sean más rápidas y productivas.
Sabías que según el Departamento de Transporte de Estados Unidos el solo chatear, escribir o leer mensajes de texto en el dispositivo móvil durante la conducción, aumenta 23 veces la posibilidad de sufrir un accidente de tránsito.
Psicólogos, además, advierten sobre los trastornos que puedes llegar a padecer si te mantienes atado al teléfono las 24 horas del día: aislamiento de los demás y soledad; comportamiento alterado; alteraciones del estado de ánimo; comportamiento compulsivo; problemas de comunicación; problemas con el lenguaje, pues ya no nos detenemos a escribir bien, sino que lo importante es la rapidez; el comportamiento adictivo te hace ser muy sensible a los juicios y valoraciones de los demás y acrecienta los sentimientos de inseguridad; puedes llegar al fracaso escolar o la agresividad; en los casos más graves, puedes llegar a robar y a mentir con tal de tener un móvil porque la adicción es capaz de anular todo nuestro control como personas.
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Si estas razones te parecen suficientes para desistir de esa adicción al celular que no te deja funcionar, los expertos recomiendan poner límites antes de que ocurra un accidente y sea demasiado tarde:
- Establece un horario para conectarte. Estima que durante una hora no vas a revisar el celular para que puedas concentrarte en lo que estás haciendo.
- Piensa en lo que el móvil es y lo te puede dar. El celular es una herramienta que te ayuda y no un aparato que controla tu vida. Ten presente siempre la idea de ser libre y no un esclavo de la tecnología.
- Procura controlar la cantidad de megas, podrás llevar un mayor vigilancia sobre el tiempo que utilizas el teléfono. Esto permitirá una mayor moderación.
- Borra algunas aplicaciones de la pantalla para dejar de mirar a cada instante el teléfono.
- Desactiva las notificaciones de la mayoría de las aplicaciones del celular y así evitarás revisarlo a cada momento.
- No lleves el cargador a todas partes. De esa manera tendrás que ahorrar tú mismo la batería de tu celular al racionalizar el uso de aplicaciones, mensajes o llamadas.
- Trata de revisar las redes sociales solo una vez al día, quizás antes de ir a la universidad o al regreso del trabajo.
- Haz una dieta tecnológica, al menos los fines de semana. Lee un libro, ve al cine, cocina, pero no te ates al celular.