¿Qué comes para iniciar tu día? Desayuno ideal
Un buen desayuno se hace antes de las 10 de la mañana. Te ayuda a mantener un buen peso y a iniciar tu rutina con buenas energías. Escoger bien los alimentos que serán la primera comida del día, ayudará a que tengas una mejor concentración, te dará más energía para hacer ejercicios y, lo más importante, te ayudará a tener un cuerpo sano y con un peso adecuado.
El desayuno no tiene que hacerse pesado ni tan elaborado. Eso si, no dejes de desayunar ya que en tu próxima comida tendrás tanta hambre, que querrás comer de todo lo que hay en la mesa y en grandes cantidades para saciarte. El hambre de la mañana se puede satisfacer cuando combinas equilibradamente carbohidratos, fibras naturales y algo de proteínas.
Para recibir los beneficios del desayuno, incorpora alimentos naturales y sanos en cada comida. Los expertos explican que, al incorporar las proteínas en el desayuno, podrás tener una sensación de satisfacción durante todo el día. Sin embargo, cuidado. La combinación de los productos lácteos y los edulcorantes artificiales, pueden hacer que la proteína sea difícil de digerir, causando flatulencias y molestias estomacales.
Julie Lee, nutricionista y coach de salud en la Binghamton University explica que la ingesta moderada de la proteína ayuda a nivelar los niveles de azúcar en la sangre y reduce significativamente la incomodidad gastrointestinal. Además, ayuda a mejorar la concentración y reduce la adicción a la cafeína.
Incorpora además antioxidantes naturales. Son fantásticos ya que reducen el envejecimiento prematuro y protegen el cuerpo. La fruta más conocida es la lechosa, papaya o fruta bomba. Es rica en vitaminas, aporta pocas calorías y sus enzimas digestivas ayudan a mejorar la digestión.
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No dejes de incorporar las fibras verdes. Los vegetales se asocian más al almuerzo o a la cena. Sin embargo, una idea saludable es combinar huevos revueltos con hojas de espinacas. Las hojas contienen magnesio y te ayudarán a sentirte satisfecho durante la mañana.
Reduce las grasas saturadas como alimentos fritos y comidas muy dulces. Sustituye estos alimentos por Avena (poco colesterol), yogurt, pan integral, frutas, huevos, mantequilla de almendras y no descartes tu dosis de cafeína mañanera con un buen café o té.