Secretos del club de la lucha: Lección por Mickey Goldmill

Por Tomás Ramírez

Women weaken Legs

Mickey Goldmill (Rocky)

Todavía no se ha comprobado científicamente si el mítico entrenador de Rocky Balboa, Mickey, tenía razón cuando decía a su pupilo que las mujeres debilitan las piernas.

Si eres un verdadero fanático de la saga, y del subgénero de las películas de boxeo, recordarás la escena en la que el protagonista aparece en chándal gris, guantes negros y con una técnica que deja bastante que desear, golpeando a un saco sostenido por uno de sus amigos.

Con toda la mala leche que caracterizaba al personaje del entrenador, y que muchas veces vemos en la vida real, Mickey se acerca a Rocky para reprocharle su falta de equilibrio.

El gurú aparece en escena entonces gritando, con una cuerda muy delgada, de lo que parece ser algodón. Se la da a su ayudante, quien, en el plano siguiente, ata el cordel a los tobillos del aspirante. “Marciano tenía el mismo problema que tú. La idea es que puedas moverte y golpear sin que se rompa la cuerda”.

Cuando Balboa se dispone a reiniciar su ejercicio, unas chicas lo interrumpen para que les firme un autógrafo. Las voces que Mickey da ahora son mucho mayores a las que había dado. “Women weaken legs”, se oye decir en la versión original, en una de las escenas más emblemáticas de la película que encumbró la carrera de Sylvester Stallone.

Como hemos adelantado al inicio de esta lección, no nos meteremos en el debate si practicar sexo mella la fuerza de las piernas durante una competición deportiva. No es el objetivo de este capítulo, porque no queremos meternos en temas tan polémicos y tampoco se ha demostrado con método científico, a pesar de ser una idea sostenida desde los atletas de la antigua Grecia.

“Esos botecitos que das no vienen bien. Con un empujoncito puedes caerte y perder puntos. La base es lo primero. Tienes que tener muy buen equilibrio”. Esas fueron las palabras de Óscar “Rayito” Sánchez al verme hacer una de tantas sesiones de sombra sobre el cuadrilátero. ¡Cuánta verdad hay en las palabras nucleares de esta lección!

Tanto para el boxeo como para la vida, una buena base es vital para emprender un camino correcto. Hasta el mismo Evangelio nos manda a construir sobre roca. Los arquitectos saben que son necesarios unos buenos cimientos para que la casa no se desplome. El coach motivacional Ismael Cala invita a sus seguidores a seguir el Secreto del Bambú, que no es más que sentar buenas bases (la semilla del bambú tarda hasta siete años para germinar) para lograr ser fuertes y flexibles.

Es vital anclarse con los pies en el ring, con la elegancia de un bailarín de ballet, pero con la fuerza de un toro, para poder llevar las fuerzas de la gravedad a tu puño, o mucho mejor, a la humanidad de tu rival.