¡Consiéntete! 6 pasos para convertir tu ducha en un spa casero
El momento de la ducha es muy especial porque no solo implica la limpieza de nuestro cuerpo, sino un momento de intimidad en los que muchos además de ducharse, hasta reflexionan sobre sus acciones del día. Para otros, por cuestiones de tiempo y rutina, tiene que ser un proceso bastante rápido, antes de irse al trabajo, o antes de dormir. Sea cual sea tu tiempo dedicado al baño, al menos una vez al mes, deberías propiciar ese espacio para consentirte:
- ¡Porque te lo mereces!
- Porque no siempre tenemos dinero para ir a un spa.
- Porque tienes todo a la mano para lograrlo.
1.-Prepara un exfoliante casero: Puedes seleccionar los ingredientes que más te gusten o los que tengas en la alacena. En Mi Gelatina te recomendamos dos principales que te caerán de maravilla: Mezclar hasta formar una pasta suave, miel con azúcar o yogurt natural con borra de café.
2.-Prepara una mascarilla para tu cabello: Según el tiempo que tengas puedes elaborarla con más o menos ingredientes. Te recomendamos una sencilla: Mezclar una cucharada de aceite de oliva, con un trozo de aguacate maduro triturado, un huevo y una cucharadita de vinagre. Mientras reposan nuestras mezclas nos vamos al paso 3.
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3.-Ambienta el lugar: Ordena todo en tu cuarto de baño. Prende unas velitas de tu color favorito, si son aromáticas, mejor. Si no, puedes comprar un incienso. Coloca la música que más te guste, una que te relaje y te inspire a disfrutar y cantar. ¿Todo listo? Busca el exfoliante, la mascarilla, tenlas a mano y entra a la ducha.
4.-Date un duchazo con agua caliente: Nada mejor que el agua caliente y su vapor para abrir lo poros de la piel y relajarnos. Colócate la mascarilla en el cabello y reposa con un gorrito; extiende el exfoliante con movimientos circulares por todo tu cuerpo y rostro, y dedícate a disfrutar del aroma y la música por 15 minutos.
5.-Enjuágate con tu gel de ducha y shampoo/acondicionadores cotidianos. Masajea tu cuerpo con tu crema hidratante diaria.
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6.-Respira, disfruta la suavidad de tu piel y nota cómo te sientes con mejor ánimo.
Estas sesiones de spa caseros son perfectas para antes de dormir o para esos domingos en los que tenemos más tiempo para nosotros. Mucha veces queremos consentir nuestro cuerpo y ponemos mil excusas. ¡Pero ya no valen! Ya tienes esta sencilla fórmula para que al menos, unas cuantas veces al año, te des tu espacio.
¿Qué agregarías a estos pasos?