Trucos para reducir calorías
La fórmula es sencilla, solo tienes que tener disciplina y determinación para cumplirla día a día. Si quieres bajar de peso es necesario que quemes más calorías de las que consumes. Si tienes sobrepeso, tienes que reducir alrededor de 500 calorías diarias para comenzar. Al hacerlo, puedes bajar una libra (450 gramos) por semana, según datos de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Si los ves al revés significa que comer 50 calorías adicionales al día puede conducir a un aumento de unas 5 libras (unos 2.3 kilos) en un año. Pero reducir la misma cantidad de calorías revierte esa tendencia.
La idea es que no pienses obsesivamente en esas 50 calorías en forma abstracta, sino que las conviertas en pequeños pasos que darás y que te permitirán ver resultados concretos al final de mes
Por ejemplo, puedes comenzar con el café, la primera bebida que con seguridad tomas cada mañana. Trata de beberlo sin azúcar, y en su lugar usa extracto de vainilla o canela para darle más sabor. En el mismo desayuno puedes hacer otro cambio. Reemplaza la mantequilla en la tostada matutina por una cucharadita de mermelada.
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Trata, cada día, de eliminar algún antojo calórico como una rosquilla, un brownie, una bolsa de papas fritas o un pastel de chocolate después de la comida, te ahorrarás de 250 a 350 calorías. Y para quemar las otras 150 calorías, haz una caminata vigorosa de 40 minutos tras el almuerzo o la cena.
Evita, a toda costa, tomar gaseosas y otras bebidas dulces. Una lata de soda regular de 12 onzas (355 ml) tiene 150 calorías, y un café latte con sabor de 16 onzas (475 ml) puede tener 250 o más. Incluso los batidos de frutas tienen grandes cargas calóricas, que pueden llegar a ser de hasta 400 en una porción de 16 onzas (475 ml).
Ante esas bombas energéticas, prefiere el agua mineral, café o té negro y ahorra esas calorías en alimentos que pueden ayudarte a hacerte sentir más satisfecho.
Para los almuerzos opta por una ensalada de atún o salmón con una vinagreta baja en grasa en lugar de mayonesa.
Cocina con aceite de oliva o de sésamo, pero no uses demasiado porque igual es calórico. Los expertos aconsejan que uses un atomizador en lugar de la botella. Ahorras y es mucho más sano.
Come lentamente y evita repetir. Si no te sientes satisfecho añade una segunda porción de verduras, frutas o ensalada.
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Si comes en un restaurante trata de pedir para llevar la mitad de la porción porque suelen ser muy abundantes.También puedes compartir un plato fuerte con alguien, o comer sólo una entrada con ensalada, sin demasiados aderezos de alta carga calórica.
Trata de hacer combinaciones que te permitan reducir algunas calorías. Por ejemplo, si una receta requiere una taza (250 mL) de crema agria (444 cal) o crema espesa (821 cal), utiliza yogur bajo en grasas de sabor natural (154 cal).
En la medida de lo posible desecha las comidas fritas. Freír añade muchas calorías poco saludables y grasas saturadas a cualquier plato. En lugar de pollo o pescado frito, elige opciones a la parrilla, asadas o cocidas. Evita las papas a la francesa, porque pueden añadir casi 500 calorías a una comida. Cámbialas por verduras del día o ensalada.
El alcohol no tiene ningún valor nutricional, así que cuando bebes, estás consumiendo calorías vacías, hasta 500 en algunas bebidas mezcladas con endulzantes a base de jarabe, jugos de fruta y helado o crema espesa. Si decides ordenar una, elige una cerveza ligera de 12 onzas (355 ml) que tiene sólo 120 calorías.