Protégete del sol y del cáncer de piel con estos consejos
Si tenemos la oportunidad de ir a la playa o a la piscina, usualmente aprovechamos el sol para darle un poco de color a nuestra piel. Sin embargo, la exposición prolongada al sol puede resultar perjudicial para la salud.
Los rayos ultravioleta, aunque no los podemos ver, hacen daño a nuestra piel, incluso si el cielo no está despejado de nubes. Una exposición prolongada al sol puede causar quemaduras y envejecimiento, así como también cáncer cutáneo.
El sol emite rayos que funcionan como fuente de energía para el cuerpo, ayudan a la síntesis de vitamina D y generan bienestar psicológico. Sin embargo, la radiación ultravioleta que emana es el carcinógeno más importante en las pieles claras.
Mientras mayor sea el total de horas expuestas a los rayos del sol inadecuadamente, mayores son las posibilidades de desarrollar células cancerígenas en la piel, cuyo número de casos se duplica cada 10 años desde 1930
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Es importante que el cuidado de la piel se inicie desde la infancia. dos o más quemaduras solares intensas, con formación de ampollas antes de esta edad, aumenta la probabilidad de melanoma en el adulto.
Es apropiado cuidarse adecuadamente de los rayos del sol. La mejor forma de prevenir el cáncer de piel es disminuyendo la exposición solar y protegiéndose adecuadamente mediante el uso de protectores de amplio espectro y con un factor de protección no menor de 30 o 50, que es la capacidad que tiene el producto de filtrar o bloquear el paso de los rayos solares.
También se puede proteger la piel mediante el uso de accesorios como sombreros de ala ancha, franelas manga larga, sombrillas, colocándose bajo toldos o árboles. Además, se deben tomar en cuenta las superficies que nos rodean, como el agua, la nieve, el cemento y la arena, que son las que más reflexión producen.
La radiación ultravioleta B (RUVB) se encuentra en su máxima intensidad entre las 11:00 am y las 3:30 pm, y es la responsable de la formación del eritema y formación de ampollas al exponerse al sol.
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Otro tipo de onda, radiación ultra violeta A RUVA, se encuentra todo el día y produce fotoenvejecimiento, un proceso caracterizado por la aparición prematura de lesiones en la piel como arrugas finas y profundas, sequedad, flacidez y aspereza de la piel, así como microvárices y cambios pigmentarios.
Es por esto que es importante cuidarse del sol, incluso si no estamos en un momento de relajación o de disfrute. Es recomendable colocarse protector solar diariamente en el rostro y las manos, antes de salir de casa.
Las pieles más sensibles y propensas al cáncer de piel son las blancas, las cuales tienen poca capacidad para broncearse y se enrojecen fácilmente. Las pieles más oscuras tienen mayor fotoprotección natural porque tienen más melanina. Mientras que la piel de los bebés es más frágil y más susceptible al daño solar, por ello, se debe evitar su exposición antes de los seis meses por peligro de insolación.
También se aconseja buscar productos que sean acordes al tipo de piel que los vaya a usar, lo cual asegurará que se proteja la piel eficientemente, y además no dañe la piel por sustancias que no sean idóneos para las características de la dermis.
Si vas a la playa, procura colocar el protector solar 20 minutos antes de entrar al agua, luego de salir del agua y cada 3 horas. Si vas a la montaña, sigue las mismas instrucciones, ya que la altura aumenta la exposición al sol.
