Marte, el dios romano de la guerra
Para la Mitología Romana, Marte era el Dios de la Guerra representándose con una armadura y una lanza en sus manos. Era hijo del Dios Júpiter y su esposa Juno, cuando ésta fue a un templo consagrado a Flora, Diosa de las Flores y los Jardines quien aconsejó a Juno que tomara una flor en el campo. Juno obedeció y al ver la flor indicada la consideró como la flor más bonita que había visto, pero en realidad era Júpiter en forma de flor, y al colocarla en su regazo nació el Dios de ls guerra, Marte.
Marte ha sido identificado con Ares, el Dios Griego de la Guerra, pero éste no tiene la fama de sanguinario y cruel, y por el contrario, era un dios guerrero que protegía a su pueblo de sus enemigos y tenía un carácter bivalente al ser también patrón de los agricultores, asociado a la tierra y a la protección física y espiritual de los cultivos. Era considerado padre de Rómulo y junto a Júpiter y Quirino era una de las tres divinidades tutelares de Roma, además, Marte tenía varias funciones en Roma: Dios Bélico como Dios de la Guerra, Dios de la Cultura y Laboreo del Campo, Dios de la Primavera y de la Potencia Viril, y Protector de la Vida en los Campos.
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Marte era muy popular y querido, considerándose la deidad más adorada en Roma después de Júpiter. Su nombre ha sido asignado al cuarto planeta del sistema solar (Marte), al segundo o tercer día de la semana (Martes) y al tercer mes del año (Marzo). Era esposo de Bellona y amante de Venus con quien tuvo dos hijos que fueron Fuga y Timor. Era el dios que conducía a la victoria a umbríos, sabinos, latinos y romanos.
