Los rostros del Monte Rushmore
Cerca de Keystone, en el estado de Dakota del Sur, USA, está el Parque Nacional Monte Rushmore, en medio del cual se levanta hasta 1.745 msnm el Monte Rushmore, en el cual aflora una montaña de granito. Esta roca granítica fue recomendada por los geólogos para tallar los rostros de cuatro presidentes estadounidenses, porque se estimó que la erosión la afectaría a una velocidad inferior a tres centímetros cada cien mil años. En ese lugar, en el año 1927, el escultor norteamericano de origen danés Gutzon Borglum y su hijo, con un presupuesto de 400.000 dólares, comenzaron a tallar los rostros de los presidentes George Washington, Thomas Jefferson, Theodore Roosevelt y Abraham Lincoln, para dar forma al Monumento Nacional Monte Rushmore (Mount Rushmore National Memorial).
El trabajo de los rostros del Monte Rushmore se extendió por catorce años, hasta el 31 de octubre de 1941 cuando el hijo de Gutzon, Lincoln Borglum, un poco después de la muerte de su padre dio por terminada la obra. Los rostros seleccionados tratan de reflejar los primeros 150 años de historia de los Estados Unidos de América con al nacimiento, el crecimiento, la conservación y el desarrollo de la nación.
Durante los catorce años de ejecución de la obra, se estima que se gastaron más de 900.000 dólares y trabajaron más de 400 personas, con el resultado final de cuatro bustos con cabezas de 18 metros de altura, narices de tamaño promedio de 6 metros de largo, bocas de unos 5,5 metros de ancho y ojos de 3,4 metros de un lado a otro. Con estas dimensiones, si los presidentes se hubieran esculpido de cuerpo entero, alcanzarían unos 140 metros de altura. Junto a estos rostros, en el parque habita una amplia variedad de especies vegetales y animales propias de la región de Dakota del Sur.
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El Monumento Nacional Monte Rushmore se ha convertido en un ícono del país norteamericano, cuya imagen es conocida por muchos de nosotros a través del cine o revistas y prensa en general. Se han construido aceras y sendas para facilidad de desplazamiento de los numerosos visitantes que cada año acuden a contemplar esta bella y faraónica obra, que son los rostros de cuatro presidentes estadounidenses tallados en roca granítica.
