La piratería en el Mar Caribe
Piratería significa asaltos y saqueos en el mar, y es una actividad que existe desde la antigüedad, es tan vieja como la navegación. Ya julio César, en la época del Imperio Romano, tuvo que combatir piratas que actuaban en el Mar Mediterráneo. Después, en la Alta edad Media, vikingos y árabes destacaron como líderes de la piratería y, hacia fines de la Edad Media e inicio de la Era Moderna, los piratas del norte de África coparon la escena en el Mediterráneo Occidental. También la piratería fue importante en muchas partes de África y el sur de china en el continente asiático. Sin embargo, la gran fama y la trascendencia de la piratería ocurrió en el Mar Caribe y en el Océano Atlántico entre América y Europa.
Entre los siglos XVI y XVIII, la piratería llegó a su máxima expresión con la presencia de ingleses, franceses y holandeses que azotaban propiedades y pertenencias del Imperio Español en el Nuevo Mundo. Por esa época destacaron personajes de muy variado comportamiento que se han convertido en verdaderas leyendas. Muchos de ellos actuaban y eran conocidos como corsarios, ya que estaban protegidos por una “patente de corso” que era como una licencia para robar y saquear con autorización del rey inglés o francés según fuera el caso. Es decir, eran piratas protegidos por los reyes, lo cual legalizaba su actividad para atacar a sus enemigos, que básicamente era el Reino de España.
Al principio las acciones de estos asaltantes fueron fáciles triunfos, sin embargo, poco a poco los españoles fueron mejorando sus defensas, fortificando los puertos, protegiendo sus embarcaciones con flotas mejoradas y numerosas, complicando las intervenciones de los corsarios. Se destaca el sistema defensivo establecido en Cartagena, Colombia, lleno de murallas y cañones que la hicieron inexpugnable, y en 1741 soportó y ahuyentó a una numerosa flota inglesa que intentó tomarla.
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Entre los piratas famosos de esa época se cita a Francis Drake en el siglo XVI y Henry Morgan en el siglo XVII, quienes gozando de la protección de los reyes ingleses fueron nombrados caballeros por los servicios prestados como corsarios contra los españoles. Otros piratas destacados fueron los también ingleses John Hawkins, Edward Teach (alias Barbanegra) y Edward Low; los franceses Pierre Le Grand y Jean D.I. de Nau (alias El Olonés); el holandés Laurens de Graff, y el irlandés Edward England.
