La hoja de alcachofa
La alcachofa, Cynara scolymus, es mundialmente conocida porque su flor es comestible como un producto exquisito y nutritivo. Sin embargo, las grandes y lobuladas hojas de la planta y sus extractos son ampliamente utilizados en medicina.
Desde épocas remotas, curanderos tradicionales utilizaban la hoja de alcachofa como tratamiento para problemas digestivos, para mejorar el funcionamiento del hígado y otros desórdenes. Se usa como un colerético, que es una sustancia que fortalece la función del hígado incrementando la producción de bilis, y tradicionalmente se ha considerado como un eficiente diurético.
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En algunas bebidas alcohólicas la alcachofa se usa como un edulcorante y saborizante. Sus tallos, hojas y raíces producen una sustancia amarga y aromática que se usa para mejorar la digestión ya que se cree que esa sustancia amarga eleva la producción de los jugos gástricos para mejorar la digestión, y por ello, en muchos países se toma como un tradicional aperitivo antes de las comidas.
Muchas investigaciones han sido dirigidas a demostrar las potencialidades de la alcachofa en la medicina tradicional y uno de los grandes beneficios parece ser su efecto sobre la función hepática. En animales se ha encontrado que los extractos y las hojas de esta planta protegen el hígado, y posiblemente ayudan en la regeneración de las células del hígado. Parece ser también una importante solución para problemas digestivos e intestinales, aunque los resultados de las investigaciones no han sido totalmente concluyentes.
Aunque la cabeza de la flor de la planta es la parte comestible, en algunos negocios ofrecen la planta de alcachofa entera para quienes quieran usarla con fines medicinales. También la alcachofa aparece como ingrediente en remedios para el hígado, y el ingrediente activo de la planta, llamado cynarin, lo ofrecen en algunos extractos.
