La albahaca, más que una hierba fragante
La albahaca, Ocimum basilicum, es conocida en muchas partes como basil o basilico que derivan de su nombre técnico. En la antigüedad fue una planta poco apreciada por algunos pero preferida por otros como los romanos. Los hindúes la plantaban en sus casas como signo de felicidad. Griegos y persas no le tuvieron mucho cariño pero fue especialmente querida en Italia, al punto que hoy en día no se prepara una salsa clásica para pasta sin albahaca.
Albahaca significa “ser fragante” y junto a la salsa de tomate forman un matrimonio en todo el mundo. Mientras más tiempo se cocine a fuego lento, más se intensifica su sabor. Se puede usar en combinación con orégano y además de emplearse en salsas para pastas, se aplica para saborizar pescados, hortalizas, carnes y sopas.
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Es una planta fácil de producir y de mantener en los jardines, y colocada en diversos lugares de la casa aleja las moscas. Además de su agradable y particular sabor, la albahaca es una planta con muchos usos para el tratamiento de enfermedades. Se bebe en infusiones para tratar problemas digestivos, tiene propiedades antiflatulentas, controla calambres estomacales, vómitos, constipación, dolores de cabeza y ansiedad por su poder relajante. Como algo especial se indica que una taza de infusión caliente preparado con hojas de albahaca antes de ir a la cama, contribuye con un buen sueño nocturno.
