Eurotúnel: un poco de historia
El Canal de La Mancha separa a la Gran Bretaña de la Europa continental, con una distancia de 34 kilómetros en su punto más angosto entre Dover, Inglaterra y Calais, Francia. Con el objeto de facilitar la comunicación entre Europa y la Isla Gran Bretaña, facilitar las relaciones y transacciones comerciales, se decidió entre los gobiernos de Francia e Inglaterra, construir un túnel submarino que permitiera la conexión por tierra entre isla y continente. Así nació el proyecto Eurotúnel.
Después de meses de evaluación y comprobación del proyecto, el Presidente francés Francois Mitterrand y la Primer Ministro Inglesa Margaret Thatcher, firmaron el 29 de julio de 1987 el acuerdo para la construcción del túnel o Eurotúnel, con un presupuesto inicial de 4.500 millones de euros. En diciembre de ese mismo año se comenzó la construcción, participando 4.000 trabajadores en el lado británico y 4.000 en el lado francés, para realizar las excavaciones que se encontrarían a mitad de camino.
El proyecto contaba de dos túneles ferroviarios principales, un túnel central más pequeño para servicios y circulación de vehículos eléctricos, y 245 pasarelas cruzadas para aireación y mantener la presión interior. Todo eso llevó a excavar unos 153 kilómetros y utilizar un millón de toneladas de hormigón para reforzar la estructura.
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En el año 1991 se juntaron las dos excavaciones, las que venían de Francia con las de Inglaterra, con una separación apenas de 35 centímetros significando un éxito total del trabajo realizado. Toda la obra se concluyó en 1994, un año después de lo previsto y fue inaugurado el 6 de mayo de ese año con el corte de cinta entre la Reina Isabel II y Francois Mitterrand. El presupuesto final fue de 15.000 millones de euros que se lograron con financiamientos privados.
El servicio ferroviario del Eurotúnel tiene el tren Eurostar de pasajeros y el Shuttle para transportar vehículos. El Eurostar es un tren de alta velocidad que tarda 2 horas 20 minutos en el trayecto París-Londres, y una hora 57 minutos en el trayecto Londres-Bruselas. Aunque al principio el Eurotúnel no tuvo mucha aceptación, poco a poco las personas comenzaron a apreciar sus ventajas y a utilizarlo más frecuentemente, al punto que en los primeros diez años de funcionamiento ya lo habían utilizado 150 millones de pasajeros.