Energía fósil o energía solar
Durante todo el siglo XX y lo que va del XXI ha sido la era del petróleo, todo el desarrollo industrial del mundo se ha basado sobre el uso de energía fósil. Sin embargo, los problemas de contaminación ambiental, el cambio climático, los eventos naturales que se han transformado en desastres, han motivado a la búsqueda de fuentes alternas de energía. La energía nuclear ha sido una vía, pero es costosa y riesgosa. Hay otras fuentes de energía, naturales, como la eólica y la energía solar, que es la que más impulso ha recibido en la actualidad. Se plantea además, que si los vehículos eléctricos son una buena parte de la solución, mejor aún si esa electricidad proviene de fuentes naturales de energía como la solar.
En esta lucha por sustituir la energía fósil, surge Arabia Saudita, el mayor exportador mundial de petróleo, cuya economía se basa sobre esa riqueza, con el proyecto más grande y ambicioso de energía solar que hasta ahora se ha elaborado en el mundo entero.
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Lo que pareciera una incongruencia de los saudíes tiene su explicación. Quizás dos de las razones de este proyecto es que disponen en su territorio de extensas áreas desérticas, improductivas, pero bañadas por un radiante sol cuya energía puede ser “cosechada”, y que al disponer de suficiente energía solar para cubrir sus necesidades, se ahorran 3,4 millones de barriles de petróleo diarios, los cuales quedarían liberados para su exportación. Además, esa cifra va en aumento, estimándose que en diez años puede llegar a más de 8 millones de barriles diarios, lo que consumiría la mayor parte de la producción petrolera de Arabia Saudita.
Con este proyecto, los saudíes buscan cubrir sus necesidades energéticas y estar preparados para ser también exportadores de energía solar, ya que se estima que con ese proyecto estarían produciendo 200 gigavatios de energía en el 2030, lo que es más de 100 veces la capacidad de los proyectos más grandes en la actualidad.