El Demonio de Tasmania
Tasmania es un estado de Australia formado por la Isla de Tasmania y otras pequeñas islas vecinas, situadas al sur de este país, cuya capital es Hobart que cuenta en total con una población de unos 600.000 habitantes. Uno de sus habitantes es un pequeño animal de pelaje negro y algunas veces con manchas blancas a los costados, que tiene un apetito feroz y devora todo lo que encuentra a su paso, por lo que es conocido como el “Demonio de Tasmania” y científicamente es Sarcophilus harrisii.
Este animal es el marsupial carnívoro más grande que existe, mide unos 30 centímetros de altura, alrededor de 60 centímetros de longitud y su peso es de unos 8 kilogramos los machos y de 6 kilogramos las hembras. Emana un olor desagradable por medio de una glándula y emite un grito muy fuerte y molesto, por sus hábitos alimenticios puede comerse animales completos incluyendo pelos y plumas que él mismo caza, o comer desperdicios de otros animales y animales muertos, por lo que es considerado la criatura más carnívora del reino animal. En promedio, vive unos 5 años en condiciones naturales.
Con la excepción de algunos ejemplares de esta especie que habitan en diversos zoológicos del mundo, en su hábitat natural se encuentra exclusivamente en la Isla de Tasmania, aunque hay evidencias fósiles de que en alguna época ocupó buena parte del resto de Australia. Habita zonas boscosas, pastizales e incluso se le puede encontrar en zonas urbanas cerca de las carreteras. Prefiere la vida solitaria y caza durante las noches o al atardecer, pasa el día descansando en agujeros o en nidos que prepara con cortezas de árboles y algunas hierbas.
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Es una especie en peligro de extinción como consecuencia de factores naturales e inducidos. En lo natural, pueden ser atacados por zorros y águilas. En cuanto a factores inducidos, tradicionalmente ha sido objeto de cacería para la protección de los rebaños de animales domésticos, que pueden ser atacados y consumidos por este carnívoro insaciable. Se han dictado algunas medidas proteccionistas de la especie, que en algún momento permitieron aumentar y estabilizar las poblaciones, pero más recientemente, las poblaciones de esta especie han estado padeciendo una epidemia por una especie de cáncer de piel que causa tumores en el rostro y se propaga por mordeduras. Esta enfermedad, hasta ahora, no tiene tratamiento y es mortal.
A pesar de su pequeño tamaño, este animal por su voracidad e insaciable apetito, tiene, como se dice coloquialmente, su nombre bien puesto: “Demonio o Diablo de Tasmania”.