El descubrimiento del Buda de Oro de Bangkok
En Bangkok, la capital de Tailandia, hay una estatua de Buda fabricada en oro macizo con una historia extraordinaria. Se considera que es la estatua de oro más grande del mundo con una altura de 3,9 metros, 3,1 metros de ancho y peso de 5,5 toneladas. Fue elaborada en el estilo Sukhothai del período 1238-1370 (siglos XIII y XIV), y su procedencia es la ciudad de Ayutthaya que era la antigua capital tailandesa.
Durante el antiguo reino de Shukothai, Tailandia tenía diferencias con países vecinos como Birmania (hoy Myanmar), quienes con frecuencia incursionaban en territorio tailandés realizando saqueos y robando los tesoros del imperio. Por esta razón, muchos objetos valiosos eran escondidos fuera del alcance de los invasores, pero la estatua del Buda de Oro por ser muy pesada, era difícil de trasladar a sitios seguros. En este caso, decidieron esconderla en el sitio cubriéndola con una gruesa capa de estuco que era una mezcla de yeso con cola. Después de varios siglos, el Rey Rama III en el siglo XIX decidió acopiar en Bangkok algunas estatuas de Buda dispersas por el país, y así llegó el Buda de Oro a la capital.
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Debido a lo voluminoso y pesado del Buda de Oro nadie mostró interés en él y permaneció nuevamente en el olvido, en la calle, recubierto por un techo de láminas metálicas. En 1955, el abad del modesto templo Wat Traimit decidió llevarse la estatua utilizando una grúa y varias cuerdas. En el traslado, algunas cuerdas no soportaron el peso , se rompieron y la estatua se cayó rompiéndose algunos pedazos de yeso, que de un mal presagio inicial pasaron a revelar la verdad de la estatua. Se pudo notar que debajo de la capa de yeso estaba la estatua de oro macizo.
De esa manera, por cosas del destino, lo que era un objeto sin valor material pasó a ser objeto de culto y veneración para millones de budistas del mundo entero; y el modesto Wat Traimit, se convirtió en el templo del Buda de Oro de Bangkok.