Donald Draper: El Iluminado

Donald Draper: El Iluminado

Donald Draper: El Iluminado

La historia contemporánea de Estados Unidos, gran parte de la historia de la publicidad y la vida del hombre promedio, que tras apropiarse del nombre de otra persona, alcanza un sueño americano que no lo llena, es la esencia de una de las obras audiovisuales más espectaculares que ha producido la televisión.

Draper

Por si fuera poco, Mad Men es muchísimo más que eso. Es la puesta en escena de la emancipación de la mujer y es una descripción por la lucha de los derechos civiles de los ciudadanos norteamericanos, en medio de un derroche de glamour y estilo.

Mad Men, como The Wire, es una de esas obras maestras “literarias” que puedes disfrutar delante de la televisión.

Muchas han sido las ideas que han volado sobre mi cabeza al mirar la serie y pensar en escribir una entrada interesante para mis amigos de Migelatina.com.

Anuncio

Las ansias de no haber acabado la serie, para poder llenar una hoja de word no pudieron conmigo. Esperé a ver todas las temporadas para redactar un texto que hiciera honor a una serie tan lenta para unos, pero tan emblemática y bien trabajada para otros.

Draper

Tras varios días, he decidido enfocarme en el capítulo final y en su protagonista, Don Draper, quien tras experimentar un viaje solitario, y sin rumbo, por las carreteras de Estados Unidos, va despojándose de sus bienes materiales (esas posesiones que resultaron ser la piedra angular de su vida profesional, símbolo de un sistema que invita a consumir), para encontrarse desnudo consigo mismo en una terapia grupal en California.

Tras confesarle sus pecados a la única católica de la serie (Peggy Olson), a través de una llamada telefónica, Draper pasa a meditar con el grupo en la postura de la flor de loto, donde una sonrisa cómplice delata al personaje. Halló la iluminación. No sabemos si literalmente como El Buda, pero sí metafóricamente, al crear una de las campañas más emblemáticas de la historia de la cultura popular: Hilltop de Coca-Cola.

De vuelta a la vida real, el anuncio de televisión fue creado en 1971 por McCann Ericksson. En él aparecen personas de todas las razas, cantando un himno en honor a la humanidad. Eran tiempos difíciles, en los que la lucha contra racismo, la guerra de Vietnam y el movimiento hippie estaban moldeando el pensamiento norteamericano de los próximos años.

Los creadores de la serie hicieron que Don se encontrara a sí mismo y que del producto de su iluminación naciera uno de los spots que cambió el rumbo de la tv.

Anuncio

El personaje principal se reconoció en otro hombre que sufría igual que él, al abrazarlo tras escuchar su historia, sin conocerlo. Su llanto se transformó en perdón a sí mismo, a los demás, a su infancia infestada de miseria y sordidez, a los hombres que lo humillaron por haber sido huérfano.

La iluminación se transformó en una campaña que engloba el mensaje de la serie: No importa si eres negro, pobre, rico, mujer u hombre. Todos somos uno.


Artículo anterior

¿Quién inventó el Teléfono?

Siguiente artículo

Thomas Alva Edison, gran inventor estadounidense
×
search icon