Compartir con un disléxico adulto
En la actualidad, muchas compañías están en la obligación de contratar personas con limitaciones, discapacitadas, donde se incluyen los disléxicos. Si usted tiene un compañero de trabajo con esta condición, no debe menospreciarlo y más bien hacer cosas que le puedan ayudar, ya que un buen apoyo es lo que en general necesitan esas personas. No los trate como inválidos.
El apoyo a estas personas no significa que otros harán las cosas por ellos, lo que debemos hacer es apoyarlos para que sean individuos independientes. Animarlos puede ser maravilloso y que ellos sepan que hay alguien que cree en ellos y puedan realizar sus tareas, tiene un gran significado para que un disléxico luche contra su condición. Sin embargo, solo debemos animarlos cuando sea procedente, ya que si permanentemente lo hacemos, el disléxico puede pensar que lo están tratando como a un bebé, y más bien puede sentirse frustrado.
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Si trabaja con un disléxico no lo debe considerar un problema y debe tratarlo como a cualquier otra persona. Además, cada quien cumple sus respectivas funciones según sus capacidades. Así el empleador o jefe de la persona con dislexia debe concentrarse en las fortalezas que tiene su empleado, tratar de ver el lado positivo de la situación, en lugar de desanimarse por las debilidades y dificultades de su empleado. Además, no debe forzarlo a hacer cosas que van en contra de sus habilidades, ellos conocen sus limitaciones y cuando dicen que no pueden hacer algo, es porque no pueden.
Actuar de acuerdo a la situación con un empleado con dislexia es una tarea de ganar-ganar para la empresa, porque su empleado será productivo haciendo las tareas que conoce, aún con la presencia de sus limitaciones.
