Castlevania: una adaptación bien hecha por Netflix

Castlevania: una adaptación bien hecha por Netflix

Castlevania: una adaptación bien hecha por Netflix

Hace un par de días por fin salió públicamente la primera temporada de la serie original del servicio de streaming Netflix basada en la franquicia de videojuegos Castlevania. Con 4 capítulos disponibles y una duración aproximada de dos horas, me di a la tarea de sentarme a analizar el inicio de esta nueva serie animada, así que aquí les traigo mis primeras impresiones de Castlevania para Netflix.

Para empezar, hay que mencionar que la serie es una adaptación del tercer juego de la franquicia: Castlevania III: Dracula’s Curse para el NES en 1990; por lo que el protagonista de esta aventura es Trevor Belmont, último hijo de la legendaria casa Belmont, dedicados a cazar monstruos, quien luego de que el mismo Drácula amenazara a la humanidad con un ejército de demonios luego de ver como quemaban a su esposa por supuesta brujería, se une a la predicadora y hechicera Sypha Belnades y al hijo del mismo Drácula, Alucard, para destruirlo.

Esta primera temporada, sin embargo, se encarga más de plantar el terreno, y por su duración, se ve que está más intencionada a que la veas como una película con la que puedas entender los orígenes y motivaciones de cada personaje, y funciona perfectamente bien

Aún así, la serie ya tiene lo suficiente en sus cuatro capítulos como para demostrar que es material de calidad digno del título de “buena adaptación de un videojuego”.

Para empezar, los personajes están muy bien hechos y son lo bastante simpáticos como para tener sus buenos momentos en pantalla, todos tienen  motivos claros para hacer lo que hacen, y eso es lo que necesita la serie para lograr que hasta el mismísimo Drácula se haga agradable al espectador. Todos los personajes que la narrativa ocupa para ser interesantes lo son y eso hace que la continuidad de la serie fluya bien a lo largo de esta introducción a los eventos.

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Visualmente, la serie es espectacular, los diseños de los personajes y ambientes están tan pulidos y frescos que te envuelven en la atmósfera, es ese estilo crudo, oscuro y gótico, pero bien hecho, que tanto disfrutamos a la vista. A esto se le suma la música y la cinematografía, que enfatizan toda esta atmósfera a lo largo de la temporada.

En cuanto a la animación, bueno, empieza un poco floja: el primer episodio peca de unos movimientos algo torpes y varios fotogramas perdidos, el movimiento no se siente tan natural, pero por suerte, es algo que mejoraron progresivamente a partir del episodio 2 y que ya para el cuarto capítulo desaparece totalmente para convertirse en una animación fluida, detallada y acorde a la situación.

Otra cosa que aplaudirle a la serie es su doblaje al español latinoamericano. Corriendo por parte del estudio SDI en México, cada actor de voz le imprime emoción y vida a su respectivo personaje de forma fresca y natural.

Para acabar, hay un subtexto muy fuerte en la serie con respecto a la manipulación religiosa, pero es algo para que experimenten y observen ustedes mismos.


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