5 razones por las que amamos viajar
Viajar siempre resulta una cuota de satisfacción personal, sea porque es una costumbre anual o sea porque encontramos en aeropuertos o carreteras un puente que une nuestra vida con el resto del mundo; por cualquier razón, viajar siempre es sinónimo de placer y disfrute.
Si hacemos una recopilación de cinco de las razones más repetidas o anheladas por jóvenes que sueñan con llegar a los 18 para armarse con una mochila y recorrer el mundo, las que siguen creemos están más que justificadas, tanto por ejecutivos como por mochileros.
1 Necesitamos escapar de la rutina
Siempre que estés sobrecargado de trabajo, tómate unos días para viajar y retoma tu proyecto. Al viajar tu reloj diario se modifica, se distiende y logra reiniciarse para beneficio propio.
El ser humano necesita renovarse, es parte de su naturaleza ir en busca de nuevas sensaciones y al viajar lo hacemos, porque las horas dejan de ser un cuadro más en la agenda y las experiencias son más necesarias que las exigencias de productividad de tu jefe o de tu propia cabeza.
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2 Expandir nuestra cabeza
Cierta frase subraya que nuestro mundo es similar a la cantidad de ideas o paisajes que tengamos en la cabeza y creemos que es verdad, porque para una persona que nunca haya salido del campo, el mundo no será más que trigo, montaña o trabajo y viceversa.
El mundo está sobresaturado de prejuicios y éstos no son más que una consecuencia a nuestra mente ausente de ideas, paisajes y culturas diferentes a las nuestras, porque sólo si viajamos seremos testigos de lo que otros hacen o de cómo nacen o por qué eligen la vida que llevan. Viajar siempre es sinónimo de integración y si lo hacemos con respeto, seremos personas mucho más tolerantes y con un mundo gigante en nuestra cabeza.
Ciudadanos del mundo, lo llaman.
3 Conocernos y re-conocernos
Además de ampliar nuestro mundo, viajar es una ventana abierta hacia nosotros mismos. Ese Yo que muchas veces callamos o no le prestamos atención, porque la misma rutina no nos lo permite o porque el trabajo supera cualquier otra necesidad ligada a nuestros miedos, obstáculos o necesidades.
Viajando se derriban falsos estereotipos que, muchas veces, nos siembran nuestros familiares o amigos. Ideas tan falsas como que no puedes dormir lejos de tus libros o que un plato de comida extraño puede causarte indigestión; sólo viajando sabrás qué tan ciertas son, viajando sabrás quién eres realmente y qué estás dispuesto hacer en ciertas ocasiones que en tu zona de confort no significan problema porque siempre tendrás a una mano amiga cerca para auxiliarte.
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4 Sentimiento de extranjero
Ser un desconocido no siempre es malo, Empezar de cero, tampoco. Muchos viajeros eligen (o practican) el síndrome del eterno desconocido o inocente que va de lugar en lugar conociendo sus reglas, infringiéndolas sin saber, disfrutando de ser el ‘nuevo’ a quien muchos quieren darle la mano.
Ser extranjero es tan parecido a volver nacer que muchos se vuelven adictos a este tipo de viajes de exploraciones y descubrimientos, sobre todo en regiones apartadas o muy diferentes a las suyas.
Pero cuidado, de todas las razones es esta la más adictiva y peligrosa porque ¿te gustaría pasar tu vida de extranjero permanente? Estabilidad económica y personal serán dos riesgos a los que siempre tendrás que exponerte.
5 Hacer nuevos amigos
Esta es una de las razones más divertidas, porque todo aquel que se ufane de haber viajado, también se enorgullecerá de la lista de amigos regados por el mundo. Personas que aunque no compartan tus tristezas o alegrías los 365 días del año, estarán dispuestas a recibirte en sus casas y servirte de guías por su ciudad con tal de brindarte una estadía increíble.
¿Acaso no te divierte tener en tu whatsapp amigos tan multiétnicos con quienes hablar del mundo? Para nosotros, es una de las razones más excitantes de viajar: estar dispuestos a conocer y sumar nombres a nuestra simpática lista de amigos.
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Esta lista igualmente es muy personal y puede variar de acuerdo a la personalidad de cada viajero, porque también los hay introvertidos, caza-atardeceres y huidizos para quienes viajar es más un proceso de introspección que un placer simplificado en fotos y redes sociales.
¿Con cuál razón o tipo de viajero te sientes identificado?
