Vamono’ a Machalilla, maravilla ecuatoriana

Cerca de Puerto López, en la provincia costeña Manabí, se extienden las 14.000 hectáreas del parque nacional ecuatoriano Machalilla, tildado como segunda maravilla después de Los Galápagos, por ser hogar de ballenas y pájaros piqueteros de patas azules.

Para llegar, tienes dos opciones:

1 Tomar un bus desde el pueblo en el que te hospedes y caminar hasta llegar a Los frailes, una de las playas más lindas de Ecuador. En mi caso viajé unos 30 minutos desde el poblado de Puerto Rico hasta la entrada del parque.

2 Acercarte al embarcadero que se ubica en Puerto López y pagar un tour hasta la isla La plata, por un día completo de caminata, observación de aves, ballenas y tortugas y práctica de snorkel.

Cualquiera de estas opciones garantizará una estadía llena de paz, alegría y la maravilla que siempre nos causa el mar cuando nos quedamos horas observándolo.

Si escoges La plata

Conocerás varias leyendas del pirata Francis Drake, quien vivió oculto en la isla para esconder los tesoros hallados en las profundidades del mar. También serás testigo de otras huellas dejadas por ceremonias indígenas practicadas en el lugar, por grupos locales.

Caminar por los senderos de la isla ofrece la oportunidad de observar muy de cerca a los hermosos piqueteros de patas azules, verlos bailar para impresionar a las hembras o sobrevolar el mar con tanta libertad será un ejercicio de armonía con la naturaleza.

La plata es de importancia turística para Ecuador, pues su geografía es el segundo hogar más poblado por estas aves. El primero está en Los Galápagos, he aquí el interés por visitantes y locales, para quienes es más accesible económicamente.

Si te interesan las ballenas, apunta en tu calendario los meses de junio-octubre; temporada en que las jorobadas también visitan la isla.

Si escoges Los Frailes

Caminarás por senderos desérticos, te abrazarás al mítico árbol Palo Santo, de propiedades curativas y hasta sagradas para algunas etnias suramericanas y descubrirás cuevas y playas de arena blanca y aguas cristalinas.

Para mí, las playas que componen Los Frailes son las más bonitas de la costa ecuatoriana, porque son muy limpias, tranquilas y de una arena tibia que te seducirá hasta el punto de pasarte de bronceado, como me pasó después de quedarme muy dormida con el sol bañándome la espalda.

Acceder a este rincón mágico es muy fácil y económico, mi única recomendación es llevar una cava con alimentos, bebidas y mucho protector solar. Durante mi estadía no pasó ni un vendedor, el único servicio disponible eran alquileres de sombrillas, también a precios mínimos.

¡Vente al Machalilla y disfruta del hermoso Ecuador!