Top 5: Castillos fuera de Europa que te sorprenderán
Desde tiempos remotos los castillos han servido de guardianes de historias, misterios y enigmas de la humanidad; han sabido proteger de piratas y hasta continúan siendo refugios perfectos para historias de amor que arrasan en la pantalla de la TV y del cine.
Si hacemos una búsqueda rápida en la Web, encontramos que las redes nos llevan a Europa; pero si exploramos más a fondo descubrimos que en América, Asia y África también hay huellas de estas fortificaciones con mucha historia por contar.
- La Glorieta boliviana
Sucre es una de las ciudades con más historias en Bolivia y allí, escondido entre montañas aguarda el Castillo La Glorieta, construido en el siglo XIX para dar cobijo a la pareja real de Francisco de Argandoña y Clotilde Urioste, por mandato del papa León XIII.
Descubrirlo es una aventura excitante, pues es necesario atravesar un bosque de cedros hasta dar con un enorme portón de hierro que aún conserva la inscripción original de cuando fue inaugurado.
En sus alrededores hay caballerizas, faros y torres muy bien conservadas en su color rosa original.
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- Tres magos sobre el malecón
Al borde del largo malecón cubano se mantiene el imponente Castillo de los Tres Magos del Morro, con sus cañones todavía en funcionamiento y sus pasillos habitados por personajes vestidos de la época.
Es toda una tradición en La Habana acercarse al malecón cuando el reloj marca las 21 horas, para escuchar el ruido de un cañonazo que recuerda la hora en que las puertas de la ciudad se cerraban, por allá en el siglo XVI, cuando el fortín servía para salvaguardar la vida en la isla y cumplía funciones estrictamente militares.
Actualmente, el castillo es una galería abierta con piezas de arte cubano, gastronomía típica y entretenimiento nocturno a las orillas del Mar Caribe.
A los 12 cañones que se mantienen como guardianes se les conoce como “Los 12 apóstoles” y pueden verse desde lo alto de edificios apostados sobre La Habana Vieja o Centro Habana.
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- Los tableros de ajedrez del Chapultepec
En el corazón de la antigua ciudad azteca sobrevive el enorme Castillo de Chapultepec, rodeado de verdes frondosos y con la bandera mexicana ondulante para recibir a visitantes extranjeros y locales ansiosos de conocer la historia de este país americano.
Aunque ahora sea sede del Museo Nacional de Historia y del Consejo Nacional de Artes e Instituto de Antropología, antes fue hogar para la corona española y algunos emperadores mexicanos como Maximiliano I, quien lo habitó en el siglo XIX con fines militares.
Llegar al castillo es realmente fácil, tomando el metro o un taxi. Al ingresar te sentirás en un pasaje de cualquier libro de caballería, entre el esplendor de sus enormes columnas y sus pisos como tableros de ajedrez, en los que aún se pueden ver carruajes y huellas de amores principescos.
- Observatorio de estrellas en pleno Central Park
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Más al norte de nuestra América está el Castillo de Belvedere, en medio del hermoso Central Park, con jardines y muchas lagunas como paisajes naturales.
Desde sus balcones se pueden observar vistas panorámicas muy lindas de la cosmopolita Manhattan, además de acercarse a las estrellas desde el centro astronómico que tiene su sede allí mismo.
Un paseo con niños es lo más ideal, pues cuenta con una programación activa para los más chicos que incluyen actividades recreativas, educativas y prácticas para conocer la fauna y flora del lugar.
- Murallas a la orilla del lago Tana
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A la construcción se le conoce como Castillos de Gondar y está integrado por dos fuertes, una biblioteca y tres iglesias amuralladas por una pared de 900 metros de altura.
Los fanáticos de la saga El señor de los anillos seguro se les hace familiar “La ciudad de piedra”, cuya referencia más inmediata en los libros y películas es este castillo.
- Sean Connery en Himeji
No podíamos cerrar la lista sin viajar hasta Asia, cuna de grandes emperadores y reinos con castillos de características peculiares y muy distintas a otras del mundo.
Una de esas construcciones se encuentra en Japón y se le conoce como el Castillo Himeji, por ser el mismo nombre de la ciudad en que fue construido en el Medioevo. Hoy día es Patrimonio de la Humanidad y Tesoro Nacional.
El edificio está compuesto por varios pasadizos y puertas que se yuxtaponen hasta acceder a la torre principal, su construcción llega a ser una compleja red de murallas y puertas secretas cuyas funciones eran distraer al enemigo.
Como dato curioso les contamos que en su interior fueron rodadas secuencias de James Bond: Sólo se vive dos veces, ese mítico filme que sirvió de despedida al actor Sean Connery del rol del agente secreto.