Salto Ángel: destino turístico clave en la Venezuela por venir
Una de las bellezas naturales más espectaculares que tiene Venezuela, es el Salto Ángel. Además está dentro de una región de bosques y ríos, que hacen un conjunto muy especial para el disfrute de los visitantes.
Muchos turistas del mundo, especialmente aquellos que prefieren y promueven el turismo ecológico, han tenido conocimiento de la existencia del Salto Ángel, han visto videos, fotografías y leído reportajes en relación a este encanto natural. Pero relativamente pocos han tenido la fortuna de visitarlo, de escuchar el estruendo de las aguas al caer desde casi un kilómetro (979 m) de altura, de sentir sobre la piel la bruma que se esparce desde la lengua de agua que se desliza por la espalda del Auyantepuy, de cruzar por los abundantes cauces de agua aquella selva exuberante y tropical, biodiversa en especies vegetales y en aves, que con el concierto de sus trinos acompañan la jornada.
El Salto Ángel se ubica al sur de Venezuela, en un área habitada por la etnia Pemón que llama a esta belleza natural Kerepakupai Vená, que significa “salto del lugar más profundo”, y con toda razón porque es el salto de agua más alto del mundo. Está dentro del Parque Nacional Canaima,y en este siglo XXI, fue seleccionado como uno de los veintiocho finalistas durante la escogencia de las Siete Maravillas Naturales del Mundo.
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Por supuesto, este lugar ha sido el hábitat natural de los indígenas regionales, pero su descubrimiento al resto del mundo le corresponde al capitán de la Armada Venezolana Félix Cardona, quien junto al explorador español Juan Mundó, se consideran los primeros europeos en ver el salto. Cardona divulgó su hallazgo por medio de artículos y mapas de ubicación que llamaron la atención de Jimmy Ángel, un aviador norteamericano amante de la aventura, quien junto a Cardona hizo varios viajes aéreos al salto, hasta que en septiembre de 1937 decide aterrizar en la cima del Auyantepuy incrustando su avioneta en el suelo, afortunadamente no hubo víctimas que lamentar y desde entonces se comenzó a llamar Salto Ángel.
Las visitas al Salto Ángel se pueden hacer vía aérea desde Caracas o desde Ciudad Bolívar llegando a un campamento en Canaima, desde allí, combinando vía terrestre y fluvial, se realizan excursiones que duran aproximadamente trece horas. En la actualidad, la afluencia de turistas, especialmente extranjeros, es prácticamente nula. La explotación del oro y otros minerales en lo conocido como “arco minero”, está a punto de comenzar a causar daños ecológicos de grandes dimensiones, y por lo tanto, afectando estas bellezas naturales. A pesar de estar en la selva profunda, los peligros de inseguridad personal para los visitantes al Salto Ángel están presentes.
En la Venezuela por venir, dentro de los planes para el desarrollo del turismo, se tiene que mejorar la infraestructura para la atención a los visitantes, incluyendo algo tan importante por el aislamiento y la lejanía, como es una atención médica primaria de calidad y facilidades de ambulancias aéreas para casos de emergencias. Se tiene que modernizar, en lo posible, el transporte y la ruta para llegar desde el campamento hasta el Salto Ángel y regularizar los vuelos desde Caracas y Ciudad Bolívar. También, es imprescindible que existan condiciones de absoluta seguridad personal para los visitantes, de tal manera que ellos puedan ser multiplicadores para la promoción del Salto Ángel como destino turístico del mundo.