Pueblos mágicos de México (segunda parte)

El encantamiento por México va más allá de su auténtica gastronomía y sus exuberantes colores y vestimentas, el país superpoblado de América Latina también deslumbra por sus pequeños pueblos, albergues de valles y volcanes, abrazados de nieve y protagonistas de la historia del país azteca.

En nuestra primera entrega te mencionamos estados reconocidos mundialmente como Guanajuato o Querétaro, en la entrega de hoy te llevamos de paseo por pequeños rincones que comparten colores con Suiza o Argentina y que, quizá, no imaginaste estuvieran en México.

Arteaga (Cohauila)

El estado mexicano de Cohauila es el tercero más extenso del país, aunque es más conocido por su región desértica, también es asentamiento de pinos, valles de manzanos y unas temperaturas pasadas de frescas cuando se acerca el invierno.

Para quienes la visitan entre noviembre y diciembre se pueden llevar la sorpresa de caminar entre calles y bosques nevados. Su infraestructura turística está pensada en pequeñas cabañas para experimentar con turismo ecológico, practicar senderismo o atreverse con ciclismo de montaña.

Creel (Chihuahua)

Nos quedamos con el paisaje boscoso bañado por la nieve, pero esta vez en Creel; un pequeño pueblo con una antigua estación de tren, aún abierta para el visitante, y casas de adobe y piedras como contraste.

Más allá de la postal glacial, en Creel podrás conocer el Museo San Ignacio de Loyola con una impresionante colección de arte sacro y una edificación con un pasado histórico lleno de leyendas que cuentan fue construida por el grupo indígena Tarahumaras, conocidos ampliamente por su resistencia a las corridas de largos trayectos sin fatigarse.

Cuitzeo (Michoacán)

Su nombre significa “lugar de tinajas” y está cercado por el Lago Cuitzeo que da la bienvenida en la carretera, minutos antes de acceder al poblado, cuya ubicación aislada hizo que estuviera abandonado durante varios siglos.

Caminar por Cuitzeo es regresar a viejos tiempos, es un paseo maravilloso para viajeros nostálgicos, con la iglesia Santa María Magdalena con una fachada que te hará preguntarte ¿en qué siglo estoy?

Jala (Nayarit)

Ideal para quienes disfruten del turismo religioso, Jala cuenta con varios templos en ruinas que narran la historia del pueblo; como su Basílica construida con cantera rosa, verde y amarilla.

Muy cerca se encuentra el volcán Ceboruco y hermosas caídas de agua a las que se puede acceder en tour o caminando por tu cuenta. Incluso puedes acercarte a la comunidad rural de Jomulco y vivir una aventura de integración con sus modos de vivir.

Izamal (Yucatán)

Si Arequipa es la Ciudad Blanca de Perú, Izamal se gana el título de Ciudad Amarilla debido a que la gran mayoría de sus casas y edificios están pintadas de un dorado brillante que al contrastarse con sus calles de piedra la convierten en lugar idílico.

Su historia cuenta que fue un importante centro religioso para la antigua civilización maya y visitar la pirámide Kinich Kak es una alternativa imperdible si te interesa la historia mesoamericana.

¿Preparado para visitar México? Esperamos servirte de inspiración.