Motivos por los que Ecuador te sorprenderá
En el mapa suramericano, Ecuador parece perderse con sus 283.561 km², anchura que lo ubica en el octavo país más poblado de Latinoamérica, muy lejos de los agitados Brasil y México. Pero, más allá de estar en desventaja, el país que comparte los colores de Venezuela y Colombia esconde muchos tesoros en sus pocas rutas de asfalto.
También considerado uno de los países más diversos del mundo, Ecuador es una experiencia variopinta desde la que podrás saltar de la montaña a la playa en cuestión de mínimos segundos. Incluso, recorrerlo desde su punta más sur hasta la más norte no sobrepasará las 20 horas.
No es una cuestión de leerse guías o bitácoras online, porque al recorrer Ecuador por tres meses también coincidí en que su mejor virtud es la diversidad y es ésta la que lo hace un enorme país; con una amplia y hermosa costa para ir y regresar renovado, unas montañas infinitas que, fácilmente, te harán perder el aliento y una región amazónica repleta de mitos e imaginario ancestral que insiste en sobrevivir.
Sus tres regiones se convierten en tres motivos para dejarse sorprender por Ecuador, vamos con un resumen de estas provocadoras razones:
Costa para corazones aventureros
De Guayaquil hasta Esmeralda, el cinturón de playas se extiende superando los 4500 km² de arena tibia, oleaje y hasta palmeras. Por ejemplo en la provincia más al norte, es posible cautivarse entre cocos, arena muy oscura y comunidades afroamericanas que hicieron de Ecuador su casa.
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Playas las hay para todos los gustos, desde la moderna y recién fundada provincia de Santa Elena con Salinas a la cabeza y sus altos edificios que albergan complejos hoteleros para turistas extranjeros hasta la tranquila Puerto Rico, ubicada entre la polémica Montañita y el parque nacional Machalilla, dueño de aguas turquesas y arena blanca.
En este pedacito del Ecuador es posible disfrutar del mejor cacao, café, caña de azúcar, algodón y banano, todos con calidad de exportación internacional y motivo suficiente para olvidarse de los cortos kilómetros. No es chiste que hasta en Francia se comen bananos ecuatorianos que lucen orgullosos sus sellos latinoamericanos.
Sierra para entregarse a la naturaleza
Si un lugar guardo en mi corazón es el parque nacional El Cajas, con sus lagunas espejos, sus árboles desmoronados como papel y sus imponentes montañas en las que me perdí y me entregué por más de tres días. Ubicado en la provincia de Azuay, muy cerca de la hermosa Cuenca, este pedazo angosto del territorio ecuatoriano es una verdadera riqueza natural.
Son más de 27.000 km² de páramos y vegetación seca los que cubren a Ecuador y la levantan hasta más de 4.500 metros sobre el nivel del mar con animales tan coloridos como cóndores, vicuñas, colibríes y alpacas haciendo vida en éstos.
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Llegar a la Sierra no es nada complicado, pues si vienes de la costa puede tomarte máximo cinco horas o si cruzas la selva el camino puede que sea más largo, pero no superará las 12 horas de carretera.
De todas las provincias que la componen es Quito la sobresaliente, por ser capital del país y ser emblema en la arquitectura e historia del país.
Amazonía para repensar el origen
De todas las regiones visitadas en mi caminar por el mundo, es la selva u oriente ecuatoriano la más extrema, por no decir exótica y misteriosa. Sus bosques frondosos, las etnias que la habitan y su riqueza en tubérculos como la papa, camote y yuca te hacen repensar sobre los orígenes de la región latinoamericana y sus secretos.
Más de tres millones de hectáreas componen una geografía de humedales, ríos, fauna y flora silvestre que merecen el recorrido y el disfrute para aquellos viajeros amantes de la naturaleza en su estado más puro.
De mi experiencia recomiendo a ojos cerrados convivir con alguna tribu indígena, borrándose cualquier prejuicio que permita engordar el estómago con cantidad de papayas jugosas, limas maduras y hasta larvas de palmas.
Todo es posible en el Amazonas y en Ecuador existen múltiples ofertas para vivirla al extremo, sean en las reservas del Yasuní, la Limoncocha o Cubayeno, o, sea también caminándola por cuenta propia con un guía nativo.
Con estas tres grandes razones estamos seguros de que tu experiencia por Ecuador será más que increíble, pero si aún te faltan motivos te recordamos que la maravillosa Galápagos también es una opción envidiable si visitas el pequeño país de América del Sur, no olvides que la huella de Darwin descansa sobre sus longevas tortugas, pero de esos secretos prometemos hablarte en una próxima nota.