Libérate de etiquetas y de memorias heredadas
Dos factores que determinan lo que sentimos son la epigenética y las etiquetas que la sociedad nos impone para ser felices o exitosos.
Etiquetas
Este video contiene dos puntos muy poderosos que plantea el actor y escritor mexicano Odin Dupeyron en una entrevista con René Franco acerca de las presiones a las que estamos expuestos por las convicciones colectivas.
El primer punto es la misión de vida que debemos descubrir dentro de nosotros mismos y llevar a cabo casi como un mandato divino. Odin plantea que debemos recordar que nos vamos a morir y disfrutar del día a día asumiendo riesgos para realizarnos en lo que nuestro corazón desee.
El segundo punto es que la sociedad nos vende la idea de que debemos sentirnos alegres todo el tiempo. Odin resalta que es válido sentirnos decaídos ocasionalmente y que, a menos que suframos de depresión crónica que debe ser tratada por especialistas, aceptar los bajones de ánimo que nos acompañan por la vida será suficiente para verlos pasar.
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El talentoso actor también resalta la importancia de conocernos a nosotros mismos a través de terapias de crecimiento personal.
Algunas programaciones inconscientes como los guiones de vida son etiquetas de las que también podemos desprendernos a través del examen de nuestra conducta en relación con experiencias de nuestra niñez.
Los guiones de vida son como los argumentos preestablecidos en obras dramáticas que las personas se sienten obligadas a representar, independientemente de si se identifican o no con sus personajes, según explica Alex Rovira en un artículo para El País. Afortunadamente estos guiones pueden ser modificados cuando las personas deciden reescribirlos a su modo a partir de la toma de conciencia de cuáles son los elementos que condicionan y, a la vez, de cuáles son los deseos legítimos según los que las personas quieren vivir su vida.
La epigenética
La epigenética es el estudio de cambios heredables en la función génica que se producen sin un cambio en la secuencia del ADN.
Hoy en día sabemos que la capacidad para sentirnos felices o tristes es determinada, además de los genes, por la manera en que hayamos sido entrenados para activarlos o desactivarlos. Sustancias como neurotransmisores y hormonas juegan un papel importante en nuestras emociones y percepciones del mundo.
En un estudio realizado en el 2015 se comprobó cómo los temores y el estrés son más comunes en descendientes de genocidios que en personas en situaciones similares, cuyos antepasados no fueron perseguidos. Esto significa que podemos adquirir genes ya activados de nuestros ancestros.