La Rosa: olores y colores
La rosa es la flor de un arbusto, el rosal, perteneciente al género Rosa con más de cien especies, en su mayoría originarias de Asia, otras de Europa, de América del Norte y del Noroeste de África. Es un arbusto de tallo espinoso que se ha distribuido y adaptado a todas las regiones del mundo. El mejoramiento genético ha producido infinidad de cultivares, variedades e híbridos, disponiéndose en la actualidad de miles de tipos diferentes de rosas. El manejo genético en general, ha perseguido lograr flores más atractivas en tamaño y colores pero en detrimento de la fragancia característica de esta flor. Por su lado, las rosas silvestres mantienen su exquisito olor.
La rosa posiblemente es la flor más vendida en el mundo, y el rosal una de las especies más populares en los jardines, tanto públicos como privados. En algunos casos nos encontramos con jardines que solamente tienen rosales con muy variadas características, desde rosales miniatura de unos 15 centímetros de altura hasta arbustos trepadores que alcanzan varios metros de altura, y otros rosales de hábito rastrero que se utilizan para cubrir los terrenos. Los principales objetivos del cultivo del rosal son adornar los jardines como planta ornamental, y producir flores de corte para la venta en las subastas y en las floristerías del mundo. Incluso hay países cuya economía es apoyada fuertemente por la producción y el comercio de las rosas.
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Además de su belleza, la rosa también se cultiva para extraerle a las flores sus aceites esenciales, que se utilizan en perfumería y cosmética, en fitoterapia como producto medicinal y en gastronomía. También se cultiva el rosal para utilizar su fruto, llamado escaramujo, el cual tiene un alto contenido de vitamina C, entre 1700 y 2000 miligramos por cada 100 gramos de fruto seco, por lo que es una de las fuentes vegetales más ricas en esta vitamina, a lo que se agrega vitaminas A, D y E y flavonoides con propiedades antioxidantes. Los escaramujos también son comestibles y con ellos preparan jaleas, sopas, panes, mermeladas, jarabes y otros.
Entre las flores, la rosa es quizás la más vinculada a los momentos románticos. Una rosa roja es un símbolo de amor y una rosa blanca de respeto y pureza.