La pulcritud y el estrés ¿van de la mano?

Se han realizado estudios comparativos entre niños criados en medios rurales, en granjas o pueblos campesinos, rodeados de animales y polvo cargado de bacterias, y niños criados en la ciudad con ambientes relativamente pulcros y sin mascotas. Los  resultados han revelado, que los primeros, los niños del campo, desarrollan sistemas inmunológicos que proporcionan mayor resistencia a situaciones de estrés y menor riesgo de generar enfermedades mentales que los niños citadinos en ambientes de pulcritud. Estos resultados son un respaldo a la hipótesis de la higiene que considera que los ambientes excesivamente estériles pueden, a la larga, causar problemas de salud.

Hay evidencias de que la crianza en medios rurales, rodeados de animales y conviviendo con mascotas, es beneficioso para reducir riesgos de asma y alergias que puedan desarrollarse en el transcurso de la vida de las personas. Ahora, aparentemente, este mismo entorno tiende a favorecer la salud mental de la gente.

Preliminarmente, parece que una respuesta inmunorreguladora al estrés se desarrolla en los primeros años de vida, y está determinada en buen grado por el entorno microbiano de la persona. Falta mucho por evaluar en esta área , pero por los momentos se considera beneficioso que los niños permanezcan un tiempo prudencial en ambientes que ofrezcan una amplia gama de exposiciones microbianas, comer alimentos ricos en probióticos, disfrutar de la naturaleza y tener una mascota peluda. La pulcritud excesiva parece que puede ser dañina para la salud.