Fobias: esos miedos que te paralizan

Te aterra la oscuridad. No soportas los ascensores. Te dan miedo los lugares cerrados. No sabrías cómo reaccionar si se te aparece una araña. Toda esa enumeración de perturbaciones es lo que se conoce como fobias. 

La fobia es un miedo irracional o tipo de trastorno de ansiedad en el cual el paciente se paraliza ante una situación, una criatura, lugar o cosa

Las personas con una fobia hacen todo lo posible por evitar ese peligro que les aterra y que suele ser mucho mayor en sus mentes que en la vida real. Enfrentarte a la araña, la oscuridad, la altura o el lugar cerrado te hará sufrir una angustia enorme, que puede interferir en tu funcionamiento diario y a veces te puede conducir al pánico total.

Una fobia se inicia cuando comienzas a organizar tu vida procurando evitar el objeto de tu miedo. Una fobia es mucho más grave que un simple miedo. Quienes la padecen tienen una necesidad irresistible de abstenerse de todo aquello que puede desencadenar la ansiedad.

Si el objeto de la fobia es algo con lo que rara vez entras en contacto, como las serpientes, tu vida cotidiana no se verá afectada. Sin embargo, algunas fobias complejas son imposibles de evitar, como la agorafobia (miedo a salir de casa o a lugares públicos) o fobia social (miedo a estar entre grupos de personas).

Los expertos señalan que lo fundamental a la hora de tratar una fobia es que estés decidido a superarla, no desilusionarte si los resultados tardan en aparecer y ponerte metas claras y posibles. Después de tu propio convencimiento debes establecer un día determinado para comenzar el tratamiento. No seas duro contigo mismo. Valora todos y cada uno de tus logros, ya que por pequeños que puedan parecer implican siempre un gran paso.

Algunos de las terapias disponibles son:

Terapia de exposición

Los profesionales te confrontan con la situación más temida. El estímulo gradual y progresivo hacen poco a poco controles tus temores (por ejemplo, si temes a los pájaros, puedes comenzar por ver una pluma, o un dibujo de un ave).

La psicóloga española Elia Roca señala que la exposición es el principal método de tratamiento de las fobias. Recomienda, siempre que sea posible,  sesiones largas de exposición: de 1 a 3 horas, ya que así se facilita que se reduzca la ansiedad antes de abandonar la situación fóbica.

Insensibilización sistemática

Aquí se recurre a tu imaginación. Proyectas en tu mente el estímulo temido. La imaginación del estímulo se detendrá cuando no puedas controlar la ansiedad, y se retomará cuando te hayas tranquilizado. Para optar por este método debes saber relajarte mediante la técnica de relajación progresiva.

Terapia cognitiva

Te dan mucha información sobre la fobia que padeces para que de esa manera vayas teniendo  confianza. Este tratamiento se utiliza mucho con pacientes que padecen de aerofobia –miedo a volar- y que sin embargo necesitan poder subirse a un avión debido a motivos laborales.

Métodos de choque

Terapias conductuales donde se produce una exposición forzada al estímulo, hasta que logres controlar tu ansiedad.

El uso de psicofármacos no suele ser recomendado en el tratamiento de las fobias, debido a que, si bien puede paliar los síntomas de ansiedad, no elimina el problema.

Las fobias más comunes son:

Sociofobia

Persistente e intenso miedo a situaciones que implican contacto con otras personas, como hablar en público, saludar o presentarse a otras personas.

Agorafobia

Miedo a los espacios abiertos y es un trastorno más común entre las mujeres. Quien presenta este tipo de trastorno suele refugiarse en su hogar y rara vez sale, ya que en estas ocasiones experimenta una gran ansiedad.

Aracnofobia

Miedo a las arañas. Se calcula que la mitad de las mujeres y el 10% de los hombres padecen esta fobia en algún grado.

Aerofobia

Miedo a viajar en avión.  No se trata de una ligera inquietud en el momento del despegue o aterrizaje, sino que la fobia a veces impide planear un viaje.

Claustrofobia

Temor a quedar confinado en un espacio cerrado. Estas personas suelen evitar los ascensores, el metro, los túneles, las habitaciones pequeñas, hasta las puertas giratorias les pueden presentar dificultades, así como el uso de máquinas de hospital como el TAC.