El autismo retratado por una madre fotógrafa

Una de las características del autismo son las diferencias en el procesamiento sensorial. El mundo de Eian puede ser abrumador con tantos sonidos, vistas y olores; aunque esto es solo un regalo para él, ya que lo experimenta de una forma que no es real.

La cita se corresponde con la fotógrafa estadounidense Kate Miller-Wilson y fue dada al diario español El País como un breve resumen de lo que intenta registrar con su cámara: eso que nuestros ojos no perciben, pero que su pequeño Eian disfruta en silencio o en medio de uno de sus trances físico-mentales.

Recordemos que el autismo es una alteración psicológica con los siguientes síntomas:

• Lenguaje nulo e insuficiente
• Ecolalia o la necesidad de repetir una misma actividad con mucha insistencia
• Incapacidad de percibir sonidos fuertes
• Incapacidad de socializar con otros niños o personas del entorno
• No ven a los ojos. Evitan el contacto visual y físico
• Obsesivos por las rutinas y el cuidado de los objetos
• Suelen ser, o muy agresivos o excesivamente tranquilos

"Amo a mi hijo incondicionalmente, como la hermosa, divertida, desafiante y encantadora persona que es. Sin embargo, me preocupa su futuro, hay días realmente difíciles para nosotros, aunque el amor nunca desaparece", indicó en la misma entrevista con Miguel Morenatti de El País. 

Las redes sociales de la fotógrafa revelan el amor hacia todos sus hijos. La sensibilidad que expresa Eion en cada mirada, gesto o acto silencioso es retratado por Kate con mucha dulzura y misterio.

Una muestra de que al arte puede suavizar cualquier dolor y carencia. Las fotos de Kate Miller crean una conexión con sus espectadores, unas ganas tremendas de comprender y ser parte de los procesos de Eion.

Eian fue diagnosticado de autismo antes de cumplir un año, desde entonces Kate Miller y su familia se dedicaron a ofrecerle herramientas que mejorarán su condición y calidad de vida. Aunque él juega como cualquier niño, también se recluye en su mundo imaginario en el puede pasar horas contemplando la lluvia sin moverse de la ventana.