Consejos para afrontar el otoño
El otoño ha llegado tarde a España. A pesar de que oficialmente ha iniciado el 22 de septiembre, no ha sido hasta que ha entrado bien octubre que comenzamos a sentir bajar el termómetro un poco. Ya oscurece más temprano. Cambios en la naturaleza que tienen su reflejo en el ser humano, especialmente en aquellos que provienen de zonas tropicales.
No es broma, el cambio en el tiempo, suele estresar el cuerpo generando cansancio, apatía, mal humor o falta de sueño. La ausencia de interés por realizar actividades que antes resultaban atractivas, la tristeza, la apatía o hipersomnia (necesidad de dormir demasiado), problemas de concentración, irritabilidad, mal humor y, en algunos casos, trastornos de la alimentación también son síntomas característicos de una persona que se ve afectada por el cambio de estación.
En un artículo que ha publicado la Opinión de Murcia, se recomienda tomar previsiones para que la pereza, y demás posibles inconvenientes, no te venzan en esta época.
José Carlos Vicente, director general de Salud Pública y Adicciones, recomienda:
- Exponerse al sol al menos diez minutos al día.
- Realizar regularmente algún tipo de actividad física.
- Dormir las horas necesarias para estar descansados y adaptarse a las horas de luz solar, ya que al parecer, durante el mes de octubre se alteran los biorritmos y el ciclo de vigilia-sueño y ello puede afectar negativamente al estado de ánimo.
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Balance de hormonas en otoño
La principal responsable de las alteraciones de los biorritmos es la melatonina, una hormona encargada de regular el sueño o la temperatura corporal. Su producción aumenta con la reducción de la luz solar y este incremento provoca una bajada de serotonina, conocida como la hormona de la felicidad. El resultado de mayores niveles de melatonina y menores de serotonina es la aparición de la apatía, el cansancio, la somnolencia o la tristeza.
Así que trata de aumentar la serotonina tomando una dieta llena de proteínas y carbohidratos, evitando lo excesos con los azúcares, haciendo deporte y, evidentemente, haciendo mucho el amor y no la guerra.