Cómo tratar callos y ampollas
Es común en adolescentes el problema de callos y ampollas en la piel, cuya mayor causa es la fricción entre la piel y objetos externos. Es una condición que causa molestia pero a la vez puede ser prevenida con cierta facilidad. Las áreas con callos se endurecen y la piel se hace más gruesa, con alrededores amarillentos y el centro gris, generalmente se forman en los dedos de los pies y pueden ser el resultado de zapatos apretados que aplican mayor presión hacia esa parte del pie. Un par de zapatos confortables y un parcho protector disminuyen la fricción, pero si el callo se forma y se torna doloroso, se debe acudir a un podiatra.
Bailarines, gimnastas y guitarristas frecuentemente sufren de callos. En gimnastas se forman cuando trabajan con barras y anillas, y en los guitarristas cuando tocan las cuerdas continuamente, pero en estos casos, una vez que los callos aparecen, facilitan sus actividades.
Anuncio
Cuando los callos se forman en los pies, especialmente en la planta del pie, pueden ser dolorosos al caminar. Para evitarlos no se debe usar zapatos apretados y con tacones altos, ya que ambos causan presión adicional en alguna parte del pie. Estos callos se manejan remojando los pies en agua tibia y luego frotándolos con una piedra pómez, lo cual remueve los tejidos muertos.
Las ampollas son causadas generalmente cuando la piel se expone a presión y fricción, la piel se levanta con un líquido interior y pueden ocurrir principalmente en manos y pies. Lo mejor para evitarlas es usar guantes cuando se realiza un trabajo rudo, o hasta cuando se conduce con frecuencia una moto o una bicicleta. Si las ampollas no se atienden en las etapas iniciales, evitando sus causas, pueden desarrollarse en callos. Las ampollas se curan por si mismas con el tiempo. Tanto para callos como para ampollas es mejor prevenir que curar.