Cómo cuidar el espacio enérgico de tu aura
Ligada a los chakras, el aura es la combinación del cuerpo etéreo, emocional y físico. Nos muestra información física y espiritual de nuestras almas, la cual influye en los colores del aura haciéndolos más claros, brillantes o turbios.
¿Has escuchado o usado la frase “necesito mi espacio” y “estás en mi espacio”?
Ese espacio es el campo electromagnético o energético luminoso que nos rodea y el mismo que contiene información acerca de nuestras energías espirituales, físicas, mentales y emocionales. Esa energía tiene a su vez un efecto sobre el cuerpo físico poniéndolo en actividad de acuerdo a la naturaleza de la energía que este predominando en ese momento.
La expresión de “necesito un espacio” es literalmente porque la frecuencia de nuestro campo energético es afectada por energías externas que no resuenan con ella. Los seres humanos estamos constantemente realizando intercambios de energía a través de conversaciones, abrazos, miradas, pensamientos, etc.
Cuando está fuerte y luminosa, el aura nos protege e impide la entrada de todo lo negativo. Su capa protectora contiene nuestras propias emanaciones, es decir, somos nosotros quienes determinamos su estado. El aura consta de 7 capas relacionadas directamente con los 7 chakras, distribuidos a lo largo de nuestro cuerpo. El primero en la zona genital y del coxis, finalizando con el séptimo chakra localizado en el tope de la cabeza.
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Es importante que nuestra energía vibre en una frecuencia positiva, lo que va a determinar que nuestro sistema físico y energético funcione correctamente. Las frecuencias relacionadas con el amor ayudan a mantener nuestra higiene energética limpia, mientras que las relacionadas con el miedo, el enojo, la ansiedad, nos cargan de "suciedad energética".
El aura no es estático. Cambia con el tiempo, con nuestra evolución personal, espiritual y con el entorno. También podemos cambiarle con nuestra intención y con ejercicios de visualización y rituales de purificación.
Como mantener tu aura limpia y pura
Se recomienda limpiar el aura dos veces al día: al levantarse y al acostarse, sobre todo antes de dormir. Cuanta más gente entre en contacto contigo durante el día, más propenso estarás a pensamientos y energías que pueden adherirse a tu cuerpo astral y causar problemas.
Hay muchas técnicas para limpiar el aura, entre las más tradicionales se encuentran el yoga, reiki, la acupuntura, la meditación, esencias florales, el uso de cristales, y las visualizaciones, entre otras. Éstas son algunas muy sencillas que podrías aplicar:
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El sol alimenta y amplía el aura
Pasar tiempo al aire libre entre la naturaleza es muy saludable para tu cuerpo, mente y espíritu. El sol te da energía, optimismo y mucha vitamina D.
La sal marina o el mar
Nadar en el mar o sumergirse en un baño de agua salada ayuda a limpiar tu aura y eliminar el estrés. El mar se lleva toda la negatividad. Si no puedes ir a la playa, regálate una exfoliación con sal marina antes de tomar una ducha. Esto ayuda a eliminar las células muertas de la piel, refresca tu aura y atrae las toxinas como un imán.
Ducha fría
Las duchas frías tienen una especial capacidad para eliminar la negatividad del campo áurico, eliminar toxinas, mejorar la circulación y tonificar. Te sentirás más ligero y enérgico.
Inciensos aromáticos
Utiliza palitos de salvia, cálamo aromático, cedro o cualquier combinación de aromas que sean de tu agrado. Deja que el humo del incienso se propague por todo tu campo aural, eliminando la energía estancada en tu campo. Procura hacerlo al aire libre, o con una puerta o ventana abierta.