Cambia de postura cada hora y evita los dolores de espalda
La mala postura y la tensión en la columna te pueden causar dolores de espalda. Si estás incluido en ese grupo seguramente sabrás que a veces, para aliviar la molestia, haces movimientos que te provocan más dolor. Así comienza un círculo vicioso clásico que puede dar lugar a una hernia de disco.
La tensión muscular causada por las malas posturas es un problema cada vez más común entre los trabajadores que permanecen 8 horas o más en una oficina. Si no le prestas atención y piensas que con una analgésico se te pasará estás equivocado. La clave está en cambiar de postura en la oficina cada hora para evitar que esas molestias se transformen en algo peor.
Esa misma recomendación la debes seguir en casa porque de nada sirve que en la oficina intentes aliviar las molestias y en la noche, cuando se supone que vas a descansar, sigas en una silla o en un lugar incómodo, atado al celular o la computadora.
En efecto, el mundo moderno ha llevado a que ocho de cada diez latinos padezcan algún trastorno de columna a causa de las malas posturas, según registra la Organización Mundial de la Salud.
El problema está en que el cuerpo nunca descansa. Con seguridad pasas la mayor parte del día con el cuello inclinado, lo que genera tensión muscular y produce un dolor permanente en la espalda. Con el tiempo eso se traduce en cambio de posturas y en la forma de la columna y las consecuencias pueden llegar a ser irremediables.
Laura Jiménez, fisioterapeuta y especialista en salud ocupacional, señala que los dolores musculares a causa de las malas posturas son muy frecuentes y el estrés es determinante, pues puede ocasionar desde cefaleas musculares, que son dolores de cabeza agudos y que limitan el movimiento de la persona, hasta hernias discales o lesiones como el síndrome del túnel del carpo.
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Otros enemigos de la espalda pueden ser la falta de ejercicio regular y el exceso de peso, porque no solo pueden producirte fuertes molestias, sino que te generan tensión y múltiples lesiones, como lordosis, cifosis y escoliosis, entre otras.
Sin embargo, todo este cuadro lo puedes evitar si sigues algunos consejos de los expertos.
Lo ideal es que cambies de postura cada hora u hora y media. También es aconsejable que realices ejercicios cortos durante la jornada laboral, como estiramiento de manos, brazos y piernas, movimiento de cuello y cintura, y rotación de hombros, muñecas y tobillos.
En la medida de lo posible evita el manejo continuo de tabletas o celulares que puedan acumular la tensión muscular, recomiendan los expertos.
Hay dolencias que no se superan con analgésicos o con un masaje, por lo que es importante que le prestes la atención que merecen y, en la medida de lo posible, acude a un especialista para que te indique terapia, de ser necesario.
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En esas sesiones, que son personalizadas, te evalúan las posturas, las condiciones musculares y los tiempos que permaneces sentado y a partir de esa información se puede llegar a la causa del dolor. El tratamiento está acompañado de aceite caliente, piedras volcánicas y, en algunos casos, de corrientes, infrarrojo y ultrasonidos.
Aunque los dolores musculares no diferencian edad ni género, se presentan con más frecuencia en los hombres. La presión y el estrés hacen que dediquen menos tiempo para ellos, mientras que las mujeres tienen una ventaja emocional y es que liberan muchas de sus tensiones hablando. Otra razón es que cuando ellos realizan alguna actividad o ejercicio, por lo general tienden a ser más exigentes consigo mismos y buscan atención médica cuando el cuerpo ya está al límite.
Y como los hombres suelen ser más cerrados para hablar de sus emociones, les recordamos que el término psicosomático incluye las palabras psyche (mente) y soma (cuerpo). Las enfermedades psicosomáticas son la expresión de estados de ánimo, problemas o enfermedades mentales que se manifiestan a través de molestias corporales.
Hay una parte del sistema nervioso que hace de puente entre tu mente y tu cuerpo. El miedo o las situaciones de estrés, por ejemplo, aumentan la frecuencia de tus latidos y la circulación sanguínea. Cuando la sobrecarga causada por el estrés dura demasiado tiempo, se pueden dar trastornos psicosomáticos. Si estos trastornos causan dolor, este dolor desencadenará una situación de estrés y se creará así un círculo vicioso.
La gente que expresa sentimientos como la agresividad, la ira y la tristeza tiene siete veces menos riesgo de sufrir dolor de espalda.
Los dolores de espalda por causas psicosomáticas se localizan, sobre todo, en la zona lumbar. Mientras que el dolor signifique estrés para el cuerpo, este te seguirá produciendo más dolor. Una operación de hernia discal no es en estos casos el mejor medio para acabar con el dolor de espalda.