Beneficios de la cúrcuma o turmeric
La cúrcuma es una planta pequeña que alcanza una altura desde 0,6 hasta 1,5 metros y produce rizomas, los cuales son unos tallos subterráneos que se utilizan para cocinar y con fines medicinales. Su nombre científico es Curcuma longa y es bastante parecido al jengibre. Con sus rizomas se prepara una harina que es la que se consume, y esta harina, por cada 100 gramos aporta 350 calorías, cerca de 65% de carbohidratos, un 8% de proteína, 10% de grasa y el resto en fibra. Además aporta vitaminas C y B3, hierro, zinc, selenio y manganeso. Como alimento se consigue en forma de una harina fina de amplio uso en la cocina asiática, le da la coloración amarilla al curry, es sustituto del azafrán, etc.
La cúrcuma tiene propiedades antioxidantes, antiinflamatorias, protectoras del estómago, hígado y riñones, y actúa como soporte nutricional en tratamientos de cáncer. Ayuda a disminuir los niveles de colesterol y por lo tanto a prevenir enfermedades cardíacos, y hasta contribuye a superar condiciones depresivas al mejorar el estado de ánimo de las personas. Específicamente, se recomienda para:
-Problemas estomacales al estimular las secreciones ayudando a la digestión.
-Evitar cólicos intestinales y flatulencias.
-Tratar problemas hepáticos ya que es un excelente tónico biliar.
-Ayudar a eliminar piedras en la vesícula biliar.
-Tratar algunos tipos de cáncer.
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-Tratar artritis reumatoide y síndrome del túnel carpiano por sus propiedades antiinflamatorias.
-Tratar depresión por su contenido de estimulantes del sistema nervioso.
-Mejorar el sistema inmunológico en personas con defensas bajas, especialmente por motivos de estrés.
-Proteger el organismo de radicales libres.
-Para problemas de la piel, aplicada para afecciones por hongos como pie de atleta, y para psoriasis.