Ruibarbo, una planta medicinal

La planta de ruibarbo, Rheam rabarbarun, es originaria de zonas templadas, posiblemente de Ucrania, y gracias a las propiedades de sus órganos ha sido utilizada con fines medicinales desde épocas muy antiguas. A pesar de sus bondades, se debe ser muy cauteloso con las dosis cuando se suministra a las personas, ya que también puede llegar a causar problemas de toxicidad. A pesar de ser una planta de consistencia herbácea alcanza hasta tres metros de altura, sus hojas son grandes y los pecíolos gruesos (de 2 a 5 cm de grosor), de coloración rojiza, son comestibles pero se deben evitar las hojas que son tóxicas debido a sus altas concentraciones de ácido oxálico. Tiene rizomas que junto a las raíces se usan con fines medicinales, era muy utilizado por los médicos árabes desde la antigüedad y se llevó a América para utilizarla por sus beneficios terapéuticos.

De raíces y tubérculos se prepara una harina, o lo que llaman polvo de raíz, que suministrado en dosis de 0,1 a 0,5 gramos tiene efecto astringente, mejora la digestión y promueve la cicatrización de úlceras duodenales y tratamiento de gastritis. Si se administra en dosis de 0,5 a 1 gramo tiene propiedades laxantes al estimular la mucosa intestinal. En dosis de 1 a 3 gramos este polvo de raíz de ruibarbo es un remedio natural contra parásitos intestinales. En adultos dosis superiores a 3 gramos y en niños más de 0,05 gramos diarios pueden tener efectos perjudiciales para la salud.

Una manera práctica de administrar el ruibarbo es preparando una infusión, hirviendo de 5 a 10 gramos de polvo de raíz en un litro de agua durante diez minutos, filtrar y beber en al menos cuatro tomas al día. Siempre es conveniente obtener consejo médico en relación al consumo de esta planta.