Rubén Darío: poeta Nicaragüense - Parte I

Rubén Darío fue un poeta e intelectual nicaragüense considerado el padre del modernismo de la lengua española y el poeta de mayor trascendencia en la poesía hispánica del siglo XX. Fue bautizado como Félix Rubén García Sarmiento, nació en la ciudad de Metapa que ahora es llamada Darío, en la República de Nicaragua el año 1867. Posiblemente motivado a que siendo un niño sus padres se separaron y su madre se fue a la República de Honduras con otra pareja, dejándolo a vivir con unos tíos abuelos, adoptó un anterior apellido familiar: Darío, y de allí se conoce mundialmente como Rubén Darío.

Rubén Darío fue educado en un ambiente religioso, por unos padres jesuitas, lo que influyó en que se convirtiera precozmente en un consecuente lector. Así, se fue formando desde muy corta edad en las letras y escribió su primer poema a los 13 años de edad, el cual fue publicado en el periódico local El Termómetro.

En 1882, con solo 15 años de edad, Rubén se fue a El Salvador donde conoció al poeta Francisco Gavidia, muy conocedor de la poesía francesa, y bajo su influencia intentó adaptar el verso alejandrino francés a la métrica castellana, lo que llegó a convertirse en un rasgo muy particular de su obra y de toda la poesía modernista. Tuvo problemas de salud y regresó a Nicaragua, allí consiguió trabajo en la Biblioteca Nacional. Continuó experimentando con nuevas formas poéticas y al no sentirse satisfecho en Managua, en 1886 se fue a Chile donde recibió el apoyo de Eduardo Poirier y del poeta Eduardo de La Barra, y logró comenzar a trabajar en el diario La Época de Santiago.

En Chile, Rubén Darío vivió en condiciones muy inestables, sin embargo, hizo amistad con un hijo del presidente chileno, el poeta Pedro Balmaceda Toro, quien junto a otro amigo llamado Manuel Rodríguez Mendoza, lo apoyó para publicar su primer libro de poemas: “Abrojos”. Al poco tiempo salió su libro “Azul”, que se considera clave en la revolución literaria modernista recién comenzada.

El novelista y crítico español Juan Valera elogió el libro “Azul” de Rubén Darío, reconociéndolo como un prosista y poeta de talento, lo cual dejó plasmado en dos cartas que le dirigió al joven escritor, dando inicio a su historia. Esta fama alcanzada en Chile le permitió obtener algunas posiciones importantes en diarios como La Nación de Buenos Aires y La Unión de El Salvador. Pasó a residenciarse en este país centroamericano y allí contrajo matrimonio con Rafaela Contreras Cañas en 1890.