Ropa deportiva inteligente

Es la hora de hacer los ejercicios diarios. Además de la actitud, hay que escoger unos buenos zapatos deportivos (inteligentes quizás), un reloj inteligente que lleve el control del tiempo, distancias recorridas, ritmo cardíaco y quema de calorías y, sobre todo, es importante escoger la ropa adecuada.

Durante el día, no basta usar protector solar en la cara y en las partes del cuerpo que estén expuestas al Sol.  No todas las telas protegen de la radiación Ultravioleta, tan dañina para la piel. Lo más conocido en el mercado, son las telas con aditivos que disminuyen considerablemente el traspaso de esta radiación a través de la fibra y tejidos, sin perder su hidrofilidad ni otras propiedades, garantizando el confort y calidad.

Más especializada aún, la revolución digital invade el mercado con la “ropa inteligente”, prendas de vestir diseñadas para aportar valor agregado al deportista. Estos productos son el futuro hecho realidad. Representan el inicio de una nueva era tecnológica.

Además de cumplir su función tradicional, algunas telas inteligentes incorporan un componente con nanotecnología en las fibras de sus tejidos. Las “neotelas” como las bautizaron, contienen partículas diminutas con diferentes funciones:

• Proteger la piel de los rayos UV
• Antimicrobianas, para impedir la aparición de las bacterias que causan el olor durante la transpiración
• Función cerámica: para acumular calor durante el día y luego liberarlo durante la noche (muy útil en lugares con climas extremos)

Las prendas de neotelas son costosas, pero su mantenimiento es sencillo ya que están diseñadas para lavarse a mano o en la máquina como las telas tradicionales.  

Si el usuario desea tener más control de su salud durante el ejercicio, empresas como OMSignal fabrican ropa inteligente con sensores biométricos que miden el rendimiento y proveen al usuario de un electrocardiograma.

La compañía Athos, espera que su ropa con sensores incorporados pueda convertir el entrenamiento físico en ciencia. A través de Bluetooth el dispositivo transmite información a una aplicación en el celular, que les permite a los usuarios ver qué áreas del cuerpo están trabajando. Alguien que entrena con una camiseta Athos, por ejemplo, puede mirar los datos y ver si el entrenamiento está favoreciendo sólo un brazo y tratar de corregir el desequilibrio.

Del otro lado del mundo, un grupo de investigadores británicos buscan mejorar la funcionalidad de las telas inteligentes y lograr transferir energía eléctrica a cualquier aparato electrónico. La idea es cargar teléfonos móviles u otros dispositivos con el calor del cuerpo, que produce unos 100 vatios de potencia.

La revolución de la ropa inteligente apenas comienza, pero su futuro es altamente promisorio. Si los productos son útiles y accesibles, habrá millones de consumidores. Según Global Markets Insights, esta será una industria de 4.500 millones de dólares para el 2023.

Foto portada: liveathos.com