Las abejas son más que miel

Todos conocemos las abejas porque fabrican, en sus panales, la dulce y nutritiva miel. La verdad es que estos interesantes insectos tienen una función mucho más amplia, que es asegurar la polinización de las flores de muchas plantas cultivadas.

Las abejas son de una diversidad increíble, ya que se señala que existen más de 20.000 especies. La mayoría de estas especies juegan un papel protagónico para los ecosistemas naturales y para los cultivos, ya que son fundamentales para asegurar la polinización y fertilización de las flores de las plantas. Sin el concurso de estos insectos, muchas plantas tendrían una pobre producción de frutos y semillas. En vista de esto, en la agricultura, se acostumbra colocar colonias de abejas en los alrededores de los campos, especialmente en cultivos muy exigentes en este tipo de ayuda, como por ejemplo el girasol. Pero se ha encontrado que además de la acción de estas abejas domesticadas, se necesita la intervención de especies silvestres para maximizar los rendimientos. Estas abejas silvestres son solitarias, no forman colonias, pero son fundamentales en la conservación y funcionamiento de los ecosistemas.

En evaluaciones realizadas en campo, se llegó a encontrar en un cultivo que la buena polinización y por lo tanto un buen rendimiento, requirió la acción conjunta de más de 50 especies diferentes de abejas, de lo contrario, los rendimientos fueron seriamente afectados.

Esas evidencias, esa realidad, debe ser considerada muy seriamente cuando se aplican insecticidas a los campos agrícolas, ya que destruir a este colaborador tan natural y tan económico, puede dar al traste con las aspiraciones del agricultor.