La fotosíntesis y la vida en la tierra
La molécula de clorofila es un pigmento de color verde presente en las plantas superiores, por lo que es responsable en buena parte del color característico del follaje de dichas plantas cuando están sanas. Pero la clorofila no solo está presente en las plantas para comunicarle ese color verde, sino que está en los cloroplastos de las células para hacer posible que se realice la fotosíntesis, el cual es el proceso más importante que ocurre en la naturaleza, porque gracias a él se mantiene la vida en el planeta. La razón es que esta reacción metabólica permite producir materia orgánica, imprescindible para la constitución de los seres vivos, a partir de la presencia de luz y de sustancias inorgánicas. Sin la fotosíntesis no existiría vida en la tierra.
La función clorofílica, como también se le conoce, es un proceso sumamente complejo, pero expresado de una manera muy sencilla es la producción de sustancias orgánicas a partir de CO2 y H2O en presencia de luz y de la clorofila que se encuentra en los cloroplastos de las células. Consta de dos fases, la fotoquímica o Reacción de Hill, en la cual la clorofila absorbe todo el espectro de la luz visible excepto el verde (500-600 nm), y promueve la fotólisis del agua que se desdobla en oxígeno (O) e hidrógeno (H), el O es liberado a la atmósfera y el H es fuente de electrones para sintetizar ATP (Adenosin trifosfato) y NADPH (Nicotiamida adenin dinucleótido fosfato) encargados de almacenar y transportar energía. La energía luminosa se ha transformado en energía química. La otra fase es la oscura (aunque se realiza en presencia de luz) o Ciclo de Calvin, referida a la fijación de CO2, que junto con el ATP logran formar el primer compuesto orgánico.
De esa manera, las plantas y todos los organismos autótrofos, resumen la historia de la vida en la tierra cuando son capaces de producir toda la materia orgánica que existe en el planeta, y siendo además los responsables de la presencia de oxígeno en la atmósfera. En un principio, la atmósfera no tenía oxígeno y era rica en CO2, vapor de agua y nitrógeno, un ambiente irrespirable para la gran mayoría de las especies actuales que requieren oxígeno para poder vivir. Así, las plantas y ciertas bacterias, hace más de 2.000 millones de años, iniciaron el proceso de fotosíntesis transformando la atmósfera al incrementar sustancialmente su proporción de oxígeno, posibilitando la vida actual.
Anuncio
Sembremos árboles, no talemos innecesariamente y cuidemos la vegetación existente.